Viaje al Parnaso, La Numancia (Tragedia) y El Trato de Argel (Comedia) by Miguel de Cervantes Saavedra - HTML preview

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UNO.

Ya parece, señor, que está algo vivo.

PRIMERO.

Quítate afuera, ó flaca llama escura,

Que dolor en mirarte ansi, recibo.

No miras como el humo se apresura

A caminar al lado del Poniente,

Y la amarilla llama mal sigura

Sus puntas encamina acia el Oriente?

Desdichada señal, señal notoria

Que nuestro mal y daño está presente.

SEGUNDO.

Aunque lleven Romanos la victoria

De nuestra muerte, en humo ha de tornarse

Y en llamas vivas nuestra muerte y gloria.

PRIMERO.

Pues debe con el vino rociarse

El sacro fuego, dad aca ese vino,

Y el incienso tambien que ha de quemarse.

Rocian el fuego, y á la redonda con el vino, y luegoponen el incienso en el fuego, y dice el SEGUNDO.

Al bien del triste pueblo Numantino

Endereza, ó gran Jupiter, la fuerza

Propicia, del contrario amargosigno.

PRIMERO.

Ansi como este ardiente fuego fuerza

A que en humo se vaya el sacro incienso,

Ansi se haga al enemigo fuerza,

Para que en humo eterno, padre inmenso,

Todo su bien, toda su gloria vaya,

Ansi como tu puedes, y yo pienso.

SEGUNDO.

Tengan los cielos su poder á raya

Ansi como esta victima tenemos,

Y lo que ella ha de haber, él tambien haya.

PRIMERO.

Mal responde el aguero, mal podremos

Ofrecer esperanza al pueblo triste,

Para salir del mal que poseemos.

Hagase ruido debaxo del tablado con un barril lleno de piedras,y disparese un cohete volador.

SEGUNDO.

No oyes un ruido, amigo? viste

El rayo ardiente que pasó volando?

Presago verdadero desto fuiste.

PRIMERO.

Turbado estoy, de miedo estoy temblando,

O qué señales en el ayre veo!

Qué amargo fin nos van pronosticando!

No ves un esquadron airado y feo

De unas aguilas fieras, que pelean

Con otras aves en marcial rodeo?

SEGUNDO.

Solo su esfuerzo y su rigor emplean

En encerrar las aves en un cabo,

Y con astucia y arte las rodean.

PRIMERO.

Tal señal vitupero, y no la alabo,

Aguilas imperiales vencedoras:

Tu verás de Numancia presto el cabo.

SEGUNDO.

Aguilas, de gran mal anunciadoras,

Partios, que ya el aguero vuestro entiendo,

Ya el efecto, contadas son las horas.

PRIMERO.

Con todo, el sacrificio hacer pretendo

Desta inocente victima, guardada

Para aplacar el dios del rostro horrendo.

O gran Pluton, á quien por suerte dada

Le fue la habitacion del reyno oscuro,

Y el mando en la infernal triste morada,

Ansi vivas en paz, cierto y seguro

De que la hija de la sacra Ceres

Corresponde á tu amor con amor puro,

Que en todo aquello que en provecho vieres

Venir del pueblo triste que te invoca,

Lo allegues, qual se espera de quien eres;

Atapa la profunda escura boca

Por do salen las tres fieras hermanas,

A hacernos el daño que nos toca,

Y sean de dañarnos tan livianas

Quite algunos pelos al carnero y echelos al ayre.

Sus intenciones, que las lleve el viento:

Y ansi como yo baño y ensangriento

Este cuchillo en esta sangre pura

Con alma limpia y limpio pensamiento,

Ansi la tierra de Numancia dura

Se bañe con la sangre de Romanos,

Y aun les sirva tambien de sepultura.

Aqui ha de salir por los huecos del tablado un demonio hasta elmedio cuerpo, y ha de arrebatar el carnero, y meterle dentro, ytornar luego á salir, y derramar y esparcir el fuego, ytodos los sacrificios.

Mas quien me ha arrebatado de las manos

La victima? qué es esto, dioses santos?

Qué prodigios son estos tan insanos?

No os han enternecido ya los llantos

Deste pueblo lloroso y afligido,

Ni la sagrada voz de nuestros cantos?

SEGUNDO.

Antes creo que se han endurecido,

Qual se puede inferir de las señales

Tan fieras como aqui han acontecido;

Nuestros vivos remedios son mortales,

Toda es nuestra pereza diligencia,

Y los bienes agenos nuestros males.

UNO DEL PUEBLO.

Enfin, dado han los cielos la sentencia

De nuestro fin amargo y miserable,

No nos quiere valer ya su clemencia.

OTRO.

Lloremos pues en son tan lamentable

Nuestra desdicha, que en la edadpostrera

Dél y de nuestro esfuerzo siempre se hable.

Marquino haga la experiencia entera

De todo su saber, y sepa quanto

Nos promete de mal la lastimera

Suerte, que ha vuelto nuestra risa en llanto.

Salense todos, y quedan solos MORANDRO y LEONCIO.

MORANDRO.

Leoncio, qué te parece?

Tendrán remedio mis males

Con estas buenas señales,

Que aqui el cielo nos ofrece?

Tendrá fin mi desventura

Quando se acabe la guerra?

Que será quando la tierra

Me sirva de sepultura?

LEONCIO.

Morandro, al que es buen soldado

Agueros no le dan pena,

Que pone la suerte buena

En el animo esforzado;

Y esas vanas apariencias

Nunca le turban el tino,

Su brazo es su estrella y signo,

Su valor sus influencias;

Pero si quieres creer

En este notorio engaño,

Aun quedan, si no me engaño,

Experiencias mas que hacer,

Que Marquino las hará,

Las mejores de su ciencia,

Y el fin de nuestra dolencia

Ser bueno, ó malo sabrá.

Pareceme que le veo:

En que estraño trage viene!

MORANDRO.

Quien con feos se entretiene

No es mucho que venga feo:

Será acertado seguirle?

LEONCIO.

Acertado me parece

Por si acaso se le ofrece

Algo en que poder servirle.

Aquí sale MARQUINO con una ropa negra de bocaciancha, y una cabellera negra, y los pies descalzos, y en la cintatraerá, de modo que se le vean, tres redomillas llenas deagua, la una negra, la otra teñida con azafran, y la otraclara; y en la una mano una lanza barnizada de negro, y en la otraun libro, y viene MILVIO con él, y asi como entran,se ponen á un lado LEONCIO y MORANDRO.

MARQUINO.

Dó dices, Milvio, que está el joven triste?

MILVIO.

En esta sepultura está enterrado.

MARQUINO.

No yerres el lugar do le pusiste.

MILVIO.

Nó, que con esta piedra señalado

Dexé el lugar adonde el mozo tierno

Fue con lagrimas tiernas sepultado.

MARQUINO.

De qué murió?

MILVIO.

Murióde mal gobierno:

La flaca hambre le acabó lavida,

Peste cruel, salida del infierno.

MARQUINO.

En fin, que dices, que ninguna herida

Le cortó el hilo del vital aliento,

Ni fue cancer, ni llaga su homicida?

Esto te digo, porque hace al cuento

De mi saber, que esté este cuerpo entero,

Organizado todo, y en su asiento.

MILVIO.

Havrá tres horas que le di el postrero

Reposo, y le entregué á la sepultura,

Y de hambre murió, como refiero.

MARQUINO.

Está muy bien, y es buena coyuntura

La que me ofrecen los propicios signos

Para invocar de la región oscura

Los feroces espiritus malignos:

Presta atentos oidos á mis versos.

Fiero Pluton, que en la region oscura

Entre ministros de animos perversos

Te cupo de reynar suerte y ventura,

Haz, aunque sean de tu gusto adversos,

Cumplidos mis deseos, y en la dura

Ocasion que te invoco, no te tardes

Ni á ser mas oprimido de mí aguardes.

Quiero que al cuerpo que aquíestá enterrado,

Vuelvas el alma que le daba vida,

Aunque el fiero Caron del otro lado

La tenga en la ribera denegrida,

Y aunque en las tres gargantas del airado

Cerbero esté penada y escondida,

Salga, y torne á la luz del mundo nuestro,

Que luego tornará al escuro vuestro;

Y pues ha de salir, salga informada

Del fin que ha de tener guerra tan cruda,

Y desto no me encubra ó calle nada,

Ni me dexe confuso y con mas duda

La platica desta alma desdichada,

De toda ambiguidad libre y desnuda

Tiene de ser. Inviala, qué esperas?

Esperas á que hable con mas veras?

No revolveis la piedra, desleales?

Decid, ministros falsos, qué os detiene?

Cómo? no me haveis dado ya señales

De que haceis lo que digo, y me conviene?

Buscais con deteneros vuestros males,

O gustais de que yo al momento ordene

De poner en efecto los conjuros

Que ablandan vuestros fieros pechos duros?

Ea pues, vil canalla, mentirosa,

Aparejaos á duro sentimiento,

Pues sabeis que mi voz es poderosa

De doblaros la rabia y el tormento.

Dime traidor esposo de la esposa

Que seis meses del año á su contento

Está sin tí, haciendote cornudo,[A]

Porqué á mis peticiones estás mudo?

Este hierro bañado en agua clara

Que al suelo no tocó en el mes de Mayo,

Herirá en esta piedra, y hará clara

Y patente la fuerza deste ensayo.

Con el agua de la redoma clara baña el hierro de lalanza, y luego hiere en la tabla, y debaxo ó sueltensecohetes, ó hágase el rumor con el barril depiedras.

Ya parece, canalla, que á la clara

Dais muestras de que os toma cruel desmayo.

Qué rumores son estos, ea malvados,

Que alfin venis, aunque venis forzados?

Levantad esta piedra, fementidos,

Y descubridme el cuerpo que aqui yace.

Qué es esto? qué tardais? á dó soisidos?

[Footnote A: Alusión á laspuntas ó cuernos de la luna, quando crece ómengua.]

Cómo mi mandado al punto no se hace?

No os curais de amenazas, descreidos?

Pues no espereis que mas os amenace:

Esta agua negra del Estigio lago

Dará á vuestra tardanza presto el pago.

Agua de la fatal negra laguna,

Cogida en triste noche, escura y negra,

Por el poder que en ti junto se auna,

A quien otro poder ninguno quiebra,

...... diabolica importuna,

Y á quien la primer forma de culebra

Tomó, conjuro, apremio, pido y mando,

Que venga á obedecerme aqui volando.

Rocia con el agua la sepultura, y abrese.

O mal logrado mozo, sal ya fuera,

Y vuelve á ver el sol claro y sereno;

Dexa aquella region do no se espera

En ella un dia sosegado y bueno;

Dame, pues puedes, relacion entera

De lo que has visto en el profundo seno

Digo, de aquello á que mandado eres,

Y mas, si al caso toca, y tu pudieres.

Sale el CUERPO amortajado, con un rostro de mascara,descolorido, como de muerto, y va saliendo poco á poco, y ensaliendo, dexase caer en el teatro sin mover pie ni mano hasta sutiempo.

Qué es esto? no respondes? no revives?

Otra vez has gustado de la muerte?

Pues yo haré que con tu pena avives,

Y tengas el hablar á buena suerte,

Pues eres de los nuestros, no te esquives

De hablarme y responderme, mira, advierte

Que si callas, haré que con tu mengua

Sueltes la atada y encogida lengua.

Rocia el cuerpo con el agua amarilla, y luego le azota con unazote.

Espiritus malignos, no aprovecha?

Pues esperad, saldrá el agua encantada

Que hará mi voluntad tan satisfecha,

Quanto es la vuestra perfida y dañada,

Y aunque esta carne fuera polvos hecha,

Siendo con este azote castigada,

Cobrará nueva aunque ligera vida,

Del aspero rigor suyo oprimida.

Menease y estremecese el cuerpo á este punto.

Alma rebelde, vuelve al aposento

Que pocas horas ha desocupaste.

El CUERPO.

Cese la furia del rigor violento,

Tuyo, Marquino, baste, triste, baste

La que yo paso en la region escura,

Sin que tú crezcas mas mi desventura.

Engañaste, si piensas que recibo

Contento de volver á esta penosa,

Misera y corta vida, que aora vivo,

Que ya me va faltando presurosa;

Antes me causas un dolor esquivo,

Pues otra vez la muerte rigurosa

Triunfará de mi vida y de mi alma,

Mi enemigo tendrá doblada palma,

El qual con otros del escuro vando,

De los que son sujetos á aguardarte,

Está con rabia en torno, aqui esperando

A que acabe, Marquino, de informarte

Del lamentable fin, del mal nefando,

Que de Numancia puedo asegurarte,

La qual acabará á las mismas manos

De los que son á ella mascercanos.

No llevarán Romanos la victoria

De la fuerte Numancia, ni ella menos

Tendrá del enemigo triunfo ó gloria,

Amigos y enemigos, siendo buenos,

No entiendas que de paz havrá memoria,

Que rabia alverga en sus contrarios senos:

El amigo cuchillo el homicida

De Numancia será, y será su vida,

Arrojase en la sepultura, y dice:

Y quedate, Marquino, que los hados

No me conceden mas hablar contigo,

Y aunque mis dichos tengas por trocados,

Al fin saldrá verdad lo que te digo.

MARQUINO.

O tristes signos, signos desdichados,

Si esto ha de suceder del pueblo, amigo,

Primero que mirar tal desventura,

Mi vida acabe en esta sepultura.

Arrojase MARQUINO en la sepultura.

MORANDRO.

Mira, Leoncio, si ves,

Por do yo pueda decir,

Que no me haya de salir

Todo mi gusto al reves!

De toda nuestra ventura

Cerrado está ya el camino,

Sino, digalo, Marquino,

El muerto, y la sepultura,

LEONCIO.

Que todas son ilusiones,

Quimeras y fantasias,

Agueros y hechicerias,

Diabolicas invenciones:

No muestres que tienes poca

Ciencia en creer desconciertos,

Que poco cuidan los muertos

De lo que á los vivos toca.

MILVIO.

Nunca, Marquino, hiciera

Desatino tan estraño,

Si nuestro futuro daño

Como presente no viera:

Avisemos este caso

Al pueblo, que está mortal;

Mas para dar nueva tal

Quién podrá mover el paso?

JORNADAIII.

SCENA I.

INTERLOCUTORES

CIPION, JUGURTA, y GAYO MARIO.

CIPION.

En forma estoy contento en mirar como

Corresponde á mi gusto la ventura,

Y esta libre nacion soberbia domo

Sin fuerzas, solamente con cordura.

En viendo la ocasion, luego la tomo,

Porque sé que si corre, y se apresura,

Y si se pasa, en cosas de la guerra

El credito consume y vida atierra.

Juzgabades á loco desvario

Tener los enemigos encerrados,

Y que era mengua del Romano brio,

No vencerlos con modos mas usados:

Bien sé que lo havrán dicho, mas yo fio

Que los que fueren practicos soldados,

Diran que es de tener en mayor cuenta

La victoria que menos essangrienta.

Qué gloria puede haver mas levantada

En las cosas de guerra que aqui digo,

Que sin quitar de su lugar la espada

Vencer y sujetar al enemigo?

Que quando la victoria es grangeada

Con la sangre vertida del amigo,

El gusto mengua que causar pudiera

La que sin sangre tal, ganada fuera.

Aqui ha de sonar una trompeta desde el muro de Numancia.

QUINTO FABIO.

Oye, señor, que de Numancia suena

El són de una trompeta, y me asiguro

Que decirte algo desde allá se ordena,

Pues el salir acá lo estorva el muro.

Corabino se ha puesto en una almena,

Y una señal ha hecho de seguro:

Lleguemonos mas cerca.

CIPION.

Sea,lleguemos.

GAYO MARIO.

No mas: que dende aqui le entenderemos.

Ponese CORABINO encima de la muralla con bandera blancapuesta en una lanza.

CORABINO.

Romanos, ah Romanos, puede acaso

Ser de vosotros esta voz oida?

GAYO MARIO.

Puesto que mas la baxes, y hables paso,

Qualquiera tu razon será entendida.

CORABINO.

Decid al General, que acerque el paso

Al foso, porque viene dirigida

A él una embaxada.

CIPION.

Dilapresto,

Que yo soy Cipion.

CORABINO.

Escuchael resto.

Dice Numancia, General prudente,

Que consideres bien que ha muchos años

Que entre la nuestra y tu Romana gente

Duran los males de la guerra estraños,

Y que por evitar que no se aumente

La dura pestilencia destos daños,

Quiere, si tu quisieres, acaballa,

Con una breve y singular batalla.

Un soldado se ofrece de los nuestros

A combatir cerrado en estacada,

Con qualquiera esforzado de los vuestros

Por acabar contienda tan pesada,

Y si los hados fueren tan siniestros,

Que el uno quede sin la vida amada,

Si fuere el nuestro, darse ha la tierra,

Si el tuyo fuere, acabese la guerra:

Y por seguridad deste concierto,

Daremos á tu gusto los rehenes.

Bien sé que en él vendrás, porque estáscierto

De los soldados que á tu cargo tienes,

Y sabes que el menor en campo abierto

Hará sudar el pecho, el rostro y sienes

Al mas aventajado de Numancia:

Ansi que está sigura tu ganancia.

Respondeme, señor, si estas en ello,

Porque á la execucion se venga luego.

CIPION.

Donaire es lo que dices, risa, juego,

Y loco el que pensase de hacello.

Usad el medio del humilde ruego,

Si quereis que se escape vuestro cuello

De probar el rigor y filos diestros

Del Romano cuchillo y brazos nuestros.

La fiera que en la jaula estáencerrada

Por su selvatiquez y fuerza dura,

Si puede alli con maña ser domada

Y con el tiempo y medios de cordura,

Quien la dexase ir libre y desatada,

Daria grandes muestras de locura:

Bestias sois, y por tales encerrados

Os tengo donde haveis de ser domados:

Mia será Numancia á pesar vuestro,

Sin que me cueste un minimo soldado,

Y el que teneis vosotros por mas diestro

Rompa por ese foso trincheado,

Y si en esto os parece que yo muestro

Un poco mi valor acobardado,

El viento lleve agora esta verguenza,

Y vuelvale la fama quando os venza.

Vanse CIPION y los suyos.

CORABINO.

No escuchas mas, cobarde? ya te escondes?

Enfadate la igual justa batalla?

Mal con tu nombradia correspondes,

Mal podrás deste modo sustentalla;

En fin, como cobarde me respondes:

Cobardes sois, Romanos, vil canalla,

En vuestra muchedumbre confiados,

Y no en los diestros brazos levantados.

Perfidos, desleales, fementidos,

Crueles, revoltosos y tiranos,

Ingratos, codiciosos, mal nacidos,

Pertinaces, feroces y villanos,

Adulteros, infames, conocidos

Por de industriosas, mas cobardes manos,

Qué gloria alcanzareis en darnos muerte

Teniendonos atados desta suerte?

Encerrado escuadron, ó manga suelta

En la campaña rasa, do no pueda

Estorbar la mortal fiera revuelta

El ancho foso y muro que la veda,

Fuera bien que sin dar el pie la vuelta

Y sin tener jamas la espada queda

Ese exercito mucho bravo vuestro,

Se viera con el poco flaco nuestro.

Mas como siempre estais acostumbrados

A vencer con ventajas y con mañas,

Estos conciertos en valor fundados

No los admiten bien vuestra