

Sí ntomas del abuso infantil
Los adultos que fueron abusados cuando niños, ya sea físicamente o mentalmente, tienen algunas características en común, aunque no necesariamente comparten todas el as. Ellos tienden a: 1- Aislarse de la gente y a temer las personas con autoridad
2- Tratar de buscar siempre la aprobación de los demás y confundir, por eso, qué es lo que realmente son 3- Asustarse ante la gente colérica y ante cualquier crítica.
4- Convertirse en alcohólicos, casarse con el os, o ambas cosas o buscar para unas relación a personas con problemas o adicciones, o sea, a quienes "rescatar"
5- Vivir la vida como víctimas y estar atraídos por esa debilidad en sus acciones amorosas, sus amistades y en sus carreras u oficios.
6- Tener un sentimiento supe desarrol ado de la responsabilidad, y hacérseles más fácil preocuparse por los demás que por el os mismos.
7- Sentirse culpables cuando, en vez de estar cuidando a los demás, defienden sus derechos.
8- Hacerse adictos a la moción y a las cosas excitantes.
9- Confundir el amor con la lástima, y tender a "amar" a la gente que le tiene lástima y a quienes quieren rescatar.
10-Criticarse muy severamente y tener una baja autoestima.
11- Ser personalidades dependientes, con terror al abandono. Harán lo posible para asistir a una persona, por terror a que se vaya y experimentar los muy temidos miedos al abandono.
12- Tener problemas para divertirse
13- Mentir cuando es igual de simple decir la verdad.
14- Hacérsele difícil terminar los proyectos que inician.
Sesión 6
Apéndice 2
Estableciendo metas
1. Escriba primero las metas en forma balanceada, incluyendo las que le dan sentido a su vida y aquel as que le sean placenteras:
a. Actividades de crecimiento personal y profesional (negocios, estudios, mejóreles relaciones personales, aprendizaje)
b. actividades de recreación (juegos, pasatiempos, entretenciones, viajes, paseos) c. actividades físicas (deportes, ejercicios, meditaciones)
2. Hágalas concretas y específicas. No se imponga metas imposibles, en las que termine fracasando y en las que no está en su poder lograrlas.
3. Conviértalas en algún modo de meditación. Cuando se refieren al ejercicio, escriba cuánto quiere hacer por semana; cuando sea recreación, anote lo que le gustaría hacer en horas darías, etc.
4. No caiga en la trampa de fijarse metas que cada semana aumenten. No es necesario que su ejercicio, por ejemplo, incremente hasta correr una maratón por semana o que imponga escribir un libro cada día.
Usted debe entender que las metas son una forma de hacer su vida más placentera y significativa y no una imposición más sobre sí mismo. Trátese con cariño.
LECTURAS
Apéndice
Sesión 6