
Parece que hay que salvar la situación y tener el valor de no cambiarmis costumbres para escapar de las hablillas del pueblo.
La abuela mesuplica que reciba a Francisca, que ha venido ya a verme cuatro veces...Hasta ahora he resistido, pero la abuela tiene razón... A la mismaCelestina no dejaría de chocarle... Ayer dejó escapar una reflexiónsignificativa:
—No vale la pena de ponerse una persona en las niñas de los ojos paradejarla luego en la puerta...—murmuró cuando iba a decir a Franciscaque había yo salido.
Recibiré, pues, a Francisca... Qué penoso momento... Con tal de quetenga valor...