Descripción Geografica, Histórica y Estadística de Bolivia -Tomo 1 by Alcides de Orbigny - HTML preview

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Bactris maraja

.]

[Nota 7:

Astrocarium chonta

. Véase lám. 12.]

[Nota 8:

Mauritia vinifera

.]

[Nota 9:

Iriartea Orbigniana

, Martius. Véase lám. 13.]

[Nota 10:

Cocos botryophora

.]

[Nota 11:

Euterpe precatoria

. Véase lám. 6.]

[Nota 12:

Thrinax chuco

.]

[Nota 13:

Mauritia armatum

. Véase lám. 6.]

[Nota 14:

Desmoncus rudentum

.]

A mas de estas plantas leñosas, las llanadas, las selvas y la orilla delos rios están cubiertas de plantas de mediana altura, entre las que secuentan la pudorosa sensitiva, varias clases de índigo, y cantidadprodigiosa de frutos silvestres.

HISTORIA.

Primera época, ántes de la llegada de los Españoles.

Los primeros historiadores que han escrito sobre la provincia de Moxos,hacen mencion de un gran número de naciones distintas. El padre Diego deEguiluz[1] cita las siguientes: los Cunacurees

, los

Mayumanas

, los

Huarayus

, los

Tapacuras

, los

Baures

, los

Yuguehuares

, los

Toros

, los

Chumacas

, los

Pudayares

, los

Fundibularios

, los

Panuanas

, los

Punoboconos

, los

Canacurees

, los

Casaveones

, los

Morohionos

, los

Camies

, los

Chiriguas

, los

Humuhuanas

, los

Canicianas

, los

Cayuvavas

, los

Ducricumas

, los

Curaguanas

, los

Caridionos

, los

Marochinas

, los

Cayapimas

, los

Suruguanas

, los

Paririnas

, los

Barisinas

, los

Carivinas

, los

Carecomoros

, los

Chucucipeonos

, los

Chuminanas

y los

Maporoaboconos

, es decir,treinta y siete naciones diferentes. Estudiando sus idiomas, haciendo lacomparacion de los unos con los otros, y reuniendo todos los dialectos,he conseguido, despues de tantas investigaciones, poder reducirlas ádiez: los

Moxos

, los

Itonamas

, los

Canichanas

, los

Movimas

, los

Cayuvavas

, los

Itenes

, los

Pacaguaras

, los

Chapacuras

, los

Maropas

, y los

Sirionos

, de cuyo exámen vamos á ocuparnos porseparado.

[Nota 1:

Relacion de la Mision apostólica de los Moxos,

publicada en1696.

Choix des lettres édifiantes

, t. VII.

Missions de l'Amérique,

t. I. p. 308: t. II, p. 64.]

NACION DE LOS MOXOS.[2]

He creido deber conservar, por nombre de la nacion mas numerosa de laprovincia, el de su tribu principal, que ha tomado de aquella misma estadenominacion de Moxos. Antes de haber comparado los idiomas indígenasentre sí, yo estaba en la persuasion de que los Moxos constituian unanacion diferente de las otras: en igual creencia estaban todos losEspañoles que conocen el pais; empero, la comparacion de los idiomas meha hecho reconocer que los Baures ó Bauros, considerados como nacionenteramente distinta, no son sinó una tribu cuyo lenguage, aunque notiene arriba de una octava parte de palabras análogas al idioma de losMoxos, no hay la menor duda en que no es otra cosa que una variante deeste. Sucede otro tanto con los

Muchojeones

, que se dicen aliados delos Baures. Los nombres de Baures y Muchojeones son de orígenamericano: el de Moxos fué dado á lo que parece, por los primerosEspañoles que entraron en la provincia. Cada una de las grandes tribusque voy á mencionar, se subdividen aun, en multitud de secciones quellevan diferente denominacion. Los solos Baures cuentan hasta veinte.

[Nota 2: Todos los detalles relativos á los indios, ántes de laconquista, son tomados de la obra ya citada del padre Eguiluz, que llevapor título:

Relacion de la mision apostólica de los Moxos,

1696.]

Esta nacion, segun mis conjeturas particulares, habitaba toda la partesud de la provincia de Moxos, en medio de esas llanuras, frecuentementeinundadas, que se estienden entre el curso de los rios Guaporé y Mamoré,y que se hallan limitadas por un lado, en la entrada de los bosques delpié oriental de los Andes bolivianos, y por el otro en las selvas deSanta-Cruz de la Sierra y de Chiquitos, ocupando una ancha banda de esteá oeste, desde los 13 hasta los 16 grados de latitud sud, y desde los 64hasta los 69

de longitud oeste. Estos indígenas, los primeros habitantesdel sud de Moxos, veianse, hácia esta parte, separados de los otrosAmericanos, por un centenar de leguas de bosques inundados en tiempo delluvias, y enteramente inhabitables. Tenian sus moradas en los lugaresménos espuestos á las inundaciones, como por ejemplo sobre las riberasdel rio Mamoré, del rio Aperé, del rio Securi y del rio Tijamuchi, háciael oeste; sobre las riberas de los rios Baures, de San-Simon, y hastael Guaporé, por el este. Hácia el sud se comunicaban con los

Sirionos

de las selvas de Santa-Cruz; al sudeste con los

Chapacuras

; al oestecon los

Yuracarees

, y hácia el norte con los _Movimas, _los

Canichanas

y los

Itonamas

. Separados por inmensos desiertos, losBaures y los Moxos habian cortado sus relaciones desde muy largo tiempo.

La tez bronceada de los Moxos, no tan subida como la de los Chiquitos yde los Chapacuras, tira un poco al amarillo; sin embargo, es tan pocomarcada la diferencia, que solamente puede notarse comparando un grannúmero de individuos juntos.

Su estatura, mayor que la de los Chapacuras, es de cinco piés y seispulgadas; pero tomado un término medio, queda reducida á cinco piés ydos pulgadas.

Sus formas son en general desvahidas y esveltas, sus cuerpos robustos,todos sus miembros bien fornidos y rollizos, sus espaldas muy anchas,sus pechos graciosamente combados; y tal es la robustez de estosnaturales, que suelen ser propensos á la obesidad.

Las mugeres guardan la proporcion relativa ordinaria en cuanto á laestatura, y por lo demás participan de las mismas formas: tienen un aireelegante, y sus anchas caderas revelan en ellas una constitucion de lasmas robustas: sus manos y piés son pequeñísimos, y su cintura no tantosca como la de las Chiquiteñas.

Por lo tocante á las facciones, tienen comunmente estos indígenas unacara ménos redonda que la de naturales de Chiquitos, y el carácter de sufisonomía, aunque abierta y llena de dulzura, es ménos alegre.

Haymuchos hombres que pueden pasar por arrogantes mozos, y algunas mugeresson realmente bonitas, sin que cambie por esto el detalle de lasfacciones. En general los hombres son lampiños.

Su habla difiere esencialmente de la de los Chapacuras y de las otrasnaciones de Moxos. Léjos de ser dura, pudiera decirse que es eufónica:casi todas las palabras tienen una acentuacion muy fuerte que termina en

a, e, i, o,

particularmente en las tres primeras vocales. Hay unpequeño número que tiene al fin una consonante; mas estas son la

m

yla

n

que casi siempre forman diptongos en

on an, am,

que no sepronuncian tan fuertemente como en las lenguas derivadas del latin. Elsonido gutural de la j

española es poco usado, y el de la

u

nasalmuy raro. Las únicas consonantes totalmente desconocidas son la f

y la

x

. La

ch

francesa, del mismo modo que la de los Españoles, se empleacon frecuencia. Rara vez se encuentra la e

muda de los Franceses, comotampoco su

z

. Hay una particularidad muy notable en el idioma moxo, yes que los nombres de todas las partes del cuerpo principian por unaletra determinada, como puede verse en la planilla siguiente.

+——————————————————————————————————+| |

NOMBRES BAURES | NOMBRES MÓXOS | NOMBRES || NOMBRES |————-+————

——+—————-+—————-|MUCHOJEONAS||ESPANOLES|Escritos |Sacados de | Escritos

|Sacados del| escritos || |por mi |la gramática| por mi |diccionario| por mi || |en 1831. |

manuscrita | en 1831. | | en 1831. || | | de 1831 | | | ||————-+——

——-+——————+—————-+—————-+—————-||Carillo |Ichemira | " |Humiro-raki|

Numiro |Ichemira ||Oreja |Ichacaney| Chacané |Huichoca | Nuchoca |Ichacanan ||Ojos |Ikisé |

Kisé |Yuki | Nuuqui |Ikise |+—————————-+——————+—————-+————

—-+—————-+

He notado ademas que á estas palabras, escritas tal cual lo están en eldiccionario, se encuentra unido un pronombre posesivo[1], cosa que debeexistir tambien entre las otras tribus. Cada una de ellas tiene algunaspalabras que le son peculiares; así pues, sobre cuatrocientos vocablosmuchojeones, ciento quince tienen analogía con los de los Baures, ycuarenta y nueve son idénticos; al paso que, sobre el mismo número,cincuenta palabras de los Baures tienen analogía con las de los Moxos, ysolamente cuatro son idénticas. El sistema de numeracion, que lleganhasta veinte entre los Baures y Muchojeones, está basado sobre el númerode dedos de las manos y los piés. Los Moxos solo cuentan hasta el númerotres.

[Nota 1: El pronombre posesivo

nu

, mi, lo mio, se adjunta sin dudaalguna al nombre propio de las partes. Véase al Padre Marban, Arte dela lengua moxa, con su vocabulario

: Lima; 1704; págs. 8 y 9.]

La sociabilidad y alegría, y una paciencia imponderable, son lascualidades características que distinguen á los Moxos. Mucho se amanentre ellos mismos, siendo susceptibles de un apego estremado para conlos estrangeros. Son enemigos de la indolencia, defecto inherente á losmoradores de los paises cálidos; así es que pasan la vida siempre encontinua actividad. Sus numerosas poblaciones, compuestas de chozas muybajas, se hallaban situadas por lo regular, sobre las riberas de losanchurosos rios, al borde de las lagunas, cerca de los bañados, en elcentro de las llanuras y en medio de los bosques. Una supersticionreligiosa los hácia creerse hijos del rio, del bosque ó del lagoinmediatos al lugar donde habian nacido; por cuya razon consideraban áeste como sagrado, y jamas se apartaban de él, viviendo siempre reunidosen grandes familias, y ocupándose activamente ya en la agricultura, yaen la pesca ó la caza.

Efectuaban sus siembras y plantaciones en mediode los bosques, é iban á cazar y pescar en unas largas canoas, hechas deun tronco ahuecado, de las que tambien se servian para comunicarse,siguiendo el curso de los rios, ó cruzando, en tiempo de lluvias, losllanos inundados. Diestros navegantes, conocian perfectamente esassinuosidades interminables de los numerosos rios de su territorio; y siguerreaban con sus vecinos, se presentaban al combate en sus canoas,armados del arco, de las flechas y de la pesada macana.

En los momentosque les dejaban libres sus graves y laboriosas ocupaciones, gustaban dedanzar y divertirse: casi todos ellos eran músicos y tenian unasflautas, semejantes á la zampoña, pero largas de mas de seis piés. Eldeseo de beber los licores fermentados, preparados de antemano para lasfiestas religiosas á que asistian los vecinos y toda la aldea, motivabacasi siempre sus reuniones, que tenian lugar en un recinto comun,reservado para el caso.

Tolerábase entre ellos la poligamia, y no habia sumision recíproca entrelos esposos, los que se desuinan, cada cual á su antojo, bajo elpretesto mas fútil, y muchas veces por formar otros lazos. La mugeradúltera era castigada entre tanto, no solamente por su marido, sinotambien por todos sus deudos ¡tan grande era la veneracion que se teniapor la pureza de costumbres! Si durante la ausencia de un marido sumuger llegaba á serle infiel, se consideraba de suma gravedad semejantefalta, y los parientes se veian en la obligacion de vengar el honor dela familia, temerosos (en virtud de una estraña supersticion) de que elmarido ó sus compañeros de viage fuesen víctimas de algun animal feroz;de que les sucediese cualquier otra desgracia, ó de que no se viesenfavorecidos en el objeto de su espedicion. Si por acaso algo de estoacontecia á los ausentes, á su vuelta indagaban inmediatamente cuál erala culpable que les habia acarreado tal fracaso; y muy á menudo tocábaleen suerte á la inocente el ser maltratada, ó verse cuando ménos obligadaá divorciarse; empero, como el celibato era una cosa vergonzosa, ámbosesposos volvian desde luego á contraer matrimonio.

Es muy estraño que con un carácter tan apacible, tuviesen los Moxosalgunos usos que deben reputarse de sumamente bárbaros. So pretesto deque los animales tan solo daban á luz muchos hijos á la vez, mataban álos gemelos. Habia madres que enterraban vivas á las criaturas porquenacian débiles, porque eran lloronas, y muchas veces solamente por notener el trabajo de criarlas. Cuando llegaba á morir una india dejandoalgun hijo en edad tan tierna que necesitase aun del cuidado materno,sus parientes lo sepultaban juntamente con la que le diera el ser. Sialguna muger tenia la desgracia de malparir, sus deudos y todos loshabitantes de la aldea conspiraban cruelmente contra la infeliz paraarrojarla al rio, y ahogarla sin misericordia, persuadidos de que si asíno lo hacian, se verian todos ellos atacados de disenteria: por lotanto, la pobre muger, á quien tal accidente llegaba á suceder, se veiaen la precision de ponerse inmediatamente en salvo, yendo á buscar enotra parte la conservacion de una existencia amagada por sus mismosparientes.

La industria estaba muy adelantada entre estos indígenas: los hombresfabricaban sus armas, iban á la caza, cultivaban la tierra coninstrumentos de madera[1], pescaban á flechazos y construian sus canoas.Segun el decir de un autor no muy antiguo, pero recomendabilísimo por suveracidad[2], tenian tambien una especie de escritura. Esprímese á esterespecto el mencionado autor, en estos términos: «

Un indio moxo escribelos anales de su pueblo en una tabla ó pedazo de caña por medio devarios signos, cuya inteligencia y manejo pide mucha convinacion y unamemoria feliz.

» Entre tanto, los varones cultivaban la música. Lasmugeres hilaban, tegian las vestimentas y las hamacas indispensables enun pais continuamente anegado, confeccionaban la vagilla de barro, yayudaban á recoger las cosechas, ocupándose al mismo tiempo de lasfaenas domésticas. En sus festividades se adornaban todos ellos lacabeza con plumas de colores: los hombres se presentaban desnudos, ócubiertos solamente con una especie de camisa sin mangas; las mugeresvestian la misma camisa, llevaban los cabellos sueltos y se pintaban lacara de negro y de rojo á imitacion de los indios; quienes seagujereaban ademas los labios y la nariz para adornarse con argolletas:un collarin, hecho con los dientes de sus enemigos muertos en elcombate, era entre tanto el adorno que ostentaban con mas ufanía.

[Nota 1: Robertson,

Historia de América

, edic. españ., t. II, p. 104,se equivoca ciertamente cuando dice que los Moxos no conocian laagricultura.]

[Nota 2: Francisco Viedma,

Informe general de la provincia de

Santa-Cruz

(manuscrito cuyo original poseo), 1787, pág. 89.]

Respecto du su organizacion gubernativa, vivian divididos estos indiosen una multitud de aldehuelas, independientes las unas de las otras; ytenian á su cabeza un cacique ó gefe, cuya autoridad no les imponia elmenor respeto; así es que en su primitivo estado no componianverdaderamente un cuerpo de nacion.

Su religion era una de las mas complicadas. Creíanse, como tengo dicho,hijos del lago, del bosque ó de la orilla del rio en que vivian, porcuya razon nunca se alejaban de su recinto. Por lo demas, cada pueblotenia una creencia diferente; confiaban los unos en la merced de ciertosdioses solteros ó casados que presidian á las siegas, á la pesca y á lacaza; otros profesaban un respeto temeroso á los dioses del trueno. Lassectas eran variadas en sumo grado. La mas general, y que tenia unculto esterior mas aparente, reverenciaba al tigre, erigiéndole altarescuyos sacerdotes ó Comocois

eran aquellos individuos escapados alfuror del sangriento animal. Efectivamente, cuando alguno llegaba en susviages á libertarse de las garras de esta fiera, se le consideraba comoun favorito del Dios, y digno por lo tanto de desempeñar en lo sucesivoel cargo de su sacerdote, poseyendo desde luego el don de sanar lasenfermedades, y siendo una de sus atribuciones saber el nombre de todoslos tigres de la comarca. No obstante, para ser investidos de tan altadignidad, los nuevos sacerdotes tenian que someterse durante dos años áun régimen de ayunos, de continencia absoluta en sus relaciones con lasmugeres, y á la abstinencia de comer pescado so pena de ser devoradospor el tigre. Cuando algun individuo mataba un tigre, ó le acertaba unflechazo, tenia que buscar en el instante al sagrado ministro, á fin desaber el nombre del animal muerto ó herido para adoptar este nombre porsuyo, dejando el que sus padres le dieran al nacer.

Hacian entretanto pomposas ceremonias á la muerte de un tigre, creyendoque de este modo se mantendrian siempre en la gracia del Dios de estosanimales. Cada indio daba principio á un largo ayuno, se cortaba unaparte del cabello, y permanecia muchos dias sin traspasar el umbral desu habitacion. Colocábase la cabeza del difunto, adornada con una pelucade algodon de varios colores, en el gran cuarto destinado para beber encomunidad la

chicha

que se preparaba para el caso, y de la que veniantodos á participar en el punto de reunion; donde los sacerdotes deltigre brindaban á los dioses, sirviéndose de vasos especiales, yanunciando que por la noche conversarian con los manes de la fiera.

A mas del

Comocois

, ó sacerdote del tigre, habia otros sacerdotesllamados

Tiarauquis

(los de la vista perspicaz). Estos ministros, losmas venerados, eran elegidos entre los Comocois

, cuando algunespíritu, invisible para los demas, se presentaba á ellos y losaletargaba por algunos instantes. Tenian finalmente infinidad de sectas,y hasta profesaban estos indios un politeismo que habian recibido de suspadres. En su religion dominaba el temor á la esperanza, por lo que sedejaban llevar del fanatismo, y de mil necias supersticiones queinfluian sobre las acciones de su vida privada.

Los sacerdotes eranreputados por médicos y practicaban succiones curativas. Todos creian enla existencia de otra vida.

ITONAMAS.

Bajo esta denominacion existia una nacion que era de las mas numerosasde la provincia de Moxos. Esta nacion, que probablemente se dió ellamisma el nombre que lleva, habitaba la parte nordeste de la provincia,sobre las riberas del rio Itonama, desde la laguna grande hasta cerca desu confluencia con el rio Machupo; es decir entre los grados 13 y 14 delatitud sud, y los 65 y 67 de longitud oeste de París.

Desparramados enotro tiempo en varias tribus sobre los terrenos ménos inundados y enmedio de las selvas que guarnecen las orillas de su rio, tenian porvecinos, hácia el norte, á los Ites ó Iténes; hácia el este á losBaures; hácia el oeste á los Canichanas; y hácia el sud á los Moxos.

La tez de los Itonamas, mas oscura que la de los Moxos, es igual á la delos Chapacuras. Su estatura parece ser por lo general una de las maspequeñas de la provincia: los mas altos tienen apénas cinco piés ycuatro pulgadas: las mugeres guardan la proporcion ordinaria.

Los Itonamas difieren tambien muchísimo de las otras naciones de Moxosen cuanto á las formas. Muy léjos están ellos de tener esa estructuraherculánea, esa bizarra corpulencia de los otros indígenas; y si biensus espaldas son bastante anchas, el resto de su cuerpo, flaco yendeble, parece estar revelando la falta de fuerzas. Sus piernas son tandelgadas y con unas articulaciones tan sobresalientes, que fácilmente sedistinguiria á un indio de la nacion itonama entre los naturales de lasotras naciones. Las mugeres, aunque tambien enjutas, lo son sin embargoen un grado ménos aparente que los hombres: por el contrario, siendo demenor corpulencia, parecen mejor formadas que las de los puebloscomarcanos.

Si se advierte una diferencia muy marcada en la estatura y las formas delos Itonamas, comparadas con las de los Moxos, no es ella tan notableen cuanto á las facciones: no obstante, la cara de los Itonamas, aunquecon el mismo detalle de formas, parece ser ménos rolliza y mas larga quela de aquellos naturales; los juanetes del carrillo son massobresalientes; la cabeza en general es mas chica y su frente masestrecha.

Tienen los ojos pequeños y horizontales. El aspecto de losvarones es afeminado, y su barba, cuando la tienen, sumamentedespoblada. Su fisonomía, que anuncia por lo comun la timidez y latristeza, es vivaz sin embargo, y ofrece el tipo de la falsedad y de laastucia: empero las facciones de los hombres nada tienen de repugnante,y hasta hay algunos que pueden pasar por agraciados. No es dable decirotro tanto de las mugeres, que son generalmente feas.

El idioma de los Itonamas, enteramente distinto de los dialectos de lasotras naciones de la provincia, no carece de armonía; y si bien es duropara la pronunciacion de muchas palabras, la gran cantidad de vocalesque emplea lo hacená veces eufónico. La mayor parte de los vocablos, quecomponen este idioma acentuado, terminan en vocales, y los muy contadosque se apartan de la regla general, acaban en

t, m, s, y

en la

ch

francesa: la

j

española es poco empleada, y casi siempre toma elsonido compuesto de las letras que la acompañan, como

jna, jle

, etc.;la

u

nasal es rara, la

f

y la

x

son absolutamente estrangeras;tambien se encuentra la

e

muda de los Franceses, pero poquísimasveces. No existe, entre tanto, ninguna anomalía con respecto á losnombres de las partes del cuerpo. La terminacion de los adjetivos esinalterable, ya se adhieran á un sustantivo masculino, ya á un femenino.Carecen por lo demas estos naturales de un sistema de numeracion, y solosaben contar hasta dos.

El carácter de los Itonamas, comparado con el de los Moxos, tambienpresenta una diferencia notable: en vez de ser como el de estos, franco,leal, sociable y bueno, es un conjunto de todos los defectos contrariosá tales virtudes; los varones abrigan un estremado egoismo, y su astuciapara las raterías no admite prioridad.

Vivia esta nacion, poco mas ó ménos como la de los Moxos, repartida engrandes tribus sobre las orillas de esos rios continuamente surcados porsus naturales, los que se ocupaban ya en la pesca ya en la caza ó laagricultura. Sus armas se componian del arco, de las flechas y de unamacana de dos filos. Eran estos indígenas muy aficionados á la música,la danza, y mas que todo á los festines, donde reinaba el desórden,fomentado por el abuso de las bebidas fermentadas. En tales reuniones lainmoralidad llegaba á tanto, que se brindaban recíprocamente susmugeres, obligándolas á prestarse ya al uno ya al otro de losconcurrentes.

La sola particularidad que se advertia en cuanto á los trages de estosindios, era la desnudez de las criaturas de ámbos sexos, que hasta laépoca de su pubertad no llevaban otra cosa que una liga mas abajo de larodilla, y otra en el empeine del pié; las niñas se ponian ademas uncinturon.

Es de suponer que el régimen gubernativo de los Itonamas no debiadiferenciarse del de los Moxos. En cuanto á sus creencias religiosas, seasegura que no tributaban adoraciones á ninguna divinidad bienhechora;que temian sí, y muchísimo, á un espíritu maligno llamado Chukiva

:creian, por lo demas, en la existencia de otra vida.

Cuando alguna persona caia enferma, se ponia inmediatamente en caminopara ir á buscar asistencia en la casa donde habia nacido, por mucha quefuese la distancia. Si sus parientes presentian la proximidad de sufallecimiento, gran cuidado tenian de cerrarle herméticamente la boca,la nariz y los ojos, á fin de que la muerte no pasase de aquel á losotros cuerpos; y muy á menudo acontecia que, sofocando la respiracion delos pobres enfermos, se les daba la muerte cuando esta no era tal vezllegada.

CANICHANAS.

Esta es la denominacion que se han dado los naturales de la nacion masguerrera, mas temible y anómala que se encuentra en la provincia deMoxos. Los Españoles que habitan las provincias circunvecinas no losdesignan bajo otro nombre: los Jesuitas los llamaban Canicianas

[1].

[Nota 1: El P. Eguiluz, loc. cit., pág. 35 á 36.]

Si hemos de dar crédito á las tradiciones, la nacion canichana habitabaen las riberas del Mamoré, muy cerca de los raudales que dan orígen alrio Machupo, y tambien sobre el curso de este mismo, estendiéndose hastael lugar donde hoy se encuentra la mision de San-Joaquin. Todavía senotan en las llanuras del oeste del Machupo, entre San-Joaquin ySan-Ramon, las trincheras que estos indios habian construido pararesguardarse de sus enemigos. Sus numerosas poblaciones[1] se hallabancomprendidas entre los grados 13 y 14 de latitud sud y los 67 y 68 delongitud oeste de París; y aunque enteremente aislados de todos susvecinos, se mantenian siempre en guardia contra sus asechanzas: lindabanhácia el este con los Itonamas, al oeste y norte con los Ites, al sudcon los Moxos, y al norueste con los Cayuvavas.

[Nota 1: El P. Eguiluz dice (pág. 55) que componian 70 pueblos.]

La tez de los Canichanas, mas morena que la de los Moxos, es poco mas óménos como la de los Chapacuras.

Tan altos como los Moxos, su estatura llega por lo regular á cinco piésy dos pulgadas. Las mugeres son pequeñas en proporcion á la altura delos hombres.

Sus formas co