

Nota: Para realizar bien este ejercicio y las meditaciones posteriores, busque alguien que lea estas instrucciones o grábelas primero con su voz en un casete, y luego escúchelas in leerlas.
1. Busque un cuarto tranquilo con poca luz. Cierre la puerta; desconecte el teléfono; descanse en una sil a confortable; ponga los pies en el piso, y cierre los ojos.
Si la música no lo distrae, puede escuchar temas clásicos o de meditación.
2. Préstele atención a su respiración por 1 o 2 minutos
3. Inhale profundamente el aire y cuando exhale, repita la palabra "relación" o visualícela de alguna forma en su mente.
4. Concéntrese ahora en las tensiones que siente en su rostro. Piense que cada una es un nudo o un puño y que usted, al soltarlo lentamente, lo va aflojando.
5. Dedíquese ahora a relajar los pequeños músculos de sus ojos. Imagínese que un manto de luz como un bálsamo empiece a relajar su cuerpo, de arriba a abajo.
6. Tense sus ojos y suéltelos de nuevo. Esto le indicará su estado de relajamiento.
7. Aplique esta técnica de "tensión y relajación" a todo su cuerpo, moviéndose lentamente desde arriba: cuel o, hombros, pechos, brazos, manos, estómago, genitales, nalgas, piernas y pies.
8. Quédese así de 2 a 5 minutos más. Trate de dejar su mente en blanco o fija en alguna imagen agradable y tranquila. No luche en contra de sus pensamientos. Si éstos se le vienen a la mente, déjelos pasar como nubes.
9. Empiece a volver a la realidad objetiva y esté listo para, lentamente, empezar a abrir sus ojos y a tomar conciencia de su habitación.
10. Abra los ojos y vuelva a su vida normal.
El relajamiento, por ende, puede servir a los propósitos señalados anteriormente. Sin embargo, es importante que la persona prosiga del relajamiento a las "Imágenes Mentales" de lucha contra el cáncer y otra enfermedad.
Los Simonton recomiendan que las imágenes mentales se hagan cuando el paciente se sienta con energía y buena disposición para hacerlas. Cuando no se está en buen estado de ánimo, el paciente podría percibir el cáncer como un enemigo formidable, aspecto que sería contrario al objetivo de esta meditación.
Si existe una energía y actitud positiva, pues, el paciente debe continuar con la meditación de "Imágenes mentales". Se deben repetir los primeros ocho pasos del "Relajamiento" para continuar luego con el siguiente proceso.
1 al 8. Haga los ocho primeros procesos del ejercicio de Relajación.
9. Una vez que se sienta relajado, empiece a imaginarse con hermoso lugar que puede ser un bosque, una playa, un río, o el fondo del mar, y fíjese en sus colores, su vegetación, sus sonidos, sus colores y su textura.
10. Disfrute de ese lugar de 2 a 3 minutos.
11. Empiece ahora a visualizar su cáncer. Piense en él como compuesto de células débiles y confusas, fáciles de destruir.
12. Si está recibiendo algún tratamiento, piense éste como un buen aliado que le ayuda a destruir sus células cancerosas. Aunque algunas de sus células normales están siendo afectadas, suponga que éstas siendo afectadas, suponga que éstas se recuperan muy rápido. Recuerde que éstas si pertenecen a su cuerpo y son sabias e inteligentes.
13. Imagínese ahora a sus glóbulos blancos entrando en acción y terminando por destruir a las células cancerosas que quedan.
Piense en estos glóbulos como si fuesen un ejercicio de mil ones de soldados listos para atacar cualquier cosa que no pertenezca a su cuerpo.
14. Vea como las células muertas empiezan a ser evacuadas de su organismo por medio de los procesos normales.
15. Piense en que su tumor se hace cada vez más y más pequeño hasta que desaparece de su cuerpo.
16. Visualícese libre de toda enfermedad.
17. Felicítese por haberse dedicado tiempo para sanar.
18. Prepárese para abrir los ojos.
19. Ábralos y vuelva a su rutina diaria.
Imágenes mentales contra otras enfermedades (Sida)
1 a 8. Haga los ocho pasos del ejercicio de relajación
9. Visualice su sistema inmunológico como un ejército de mil ones de glóbulos blancos que patrul an y destruyen toda sustancia extraña o virus en su cuerpo. Piense que su sistema inmunológico desarrol a anticuerpos contra los virus invasores y contra las enfermedades oportunistas.
10. Imagínese a los alimentos, a las vitaminas, a los ejercicios y a los cuidados higiénicos como sus aliados para combatir el virus y las enfermedades
11. Siéntase libre de toda enfermedad.
12. Véase logrando todos los objetivos de su vida...
13. Felicítese por haber tomado el tiempo para su cuidado físico.
14. Prepárese para abrir los ojos y tomar conciencia del cuarto en que se encuentra.
15. Ábralos y vuelva a su vida normal.
¿Cómo debe visualizarse el cáncer, el tratamiento y el sistema inmunológico en el ejercicio anterior?
Los Simonton opinan que la manera en que usted se imagina estos tres elementos dice mucho de su actitud.
Por esta razón, es importante que dibuje primero, en un papel, cómo percibe su tumor; el tratamiento que recibe, ya sea éste la radiación, las hormonas, o la quimioterapia y su sistema inmunológico, o sea las defensas naturales en contra de la enfermedad.
Los pacientes deprimidos y desperanzados tienden a visualizar el cáncer con imágenes de animales feroces de ratas, cangrejos, culebras o insectos diminutos como hormigas, pero estos últimos imposibles de erradicar. ¿Ha tratado usted alguna vez de eliminar exitosamente las hormigas de su jardín? A la vez, el os dibujan o visualizan el tratamiento y sus defensas como poco efectivos y vulnerables. Veamos, a manera de ejemplo, el dibujo de uno de los pacientes de los Simonton cuando empezó el tratamiento: Imágenes mentales de Jennifer durante su primera visita
Jennifer, de 30 años, tenía cáncer en el ovario. En su primer dibujo, presentó el cáncer como un cubo de hielo que se derretía ante el calor del sol (su sistema inmunológico); el tratamiento se dibujaba como un polvo blanco que se rociaba sobre la célula cancerosa, pintaba como un monstruo.
Un polvo blanco no podía obviamente frenar al cáncer (el monstruo). Tampoco el sol parecía tener una acción agresiva, en razón de que derretía el cubo mientras alumbraba, sin una incidencia directa. El dibujo demostraba así el temor de Jennifer a su cáncer y su desconfianza de los recursos con que contaba para eliminarlo.
Seis meses después Jennifer dibujaba estos elementos de una manera diferente.
Imágenes mentales de Jennifer, 6 meses después
Es este nuevo bosquejo Jennifer, al igual que muchos de los pacientes de los Simonton, demostró que había cambiado su opinión de cáncer. Sus glóbulos blancos se representaban esta vez como furiosos tiburones con filosos dientes. Las células cancerosas, por su parte, se dibujan más pequeñas y menos malévolas.
Sin embargo, no se ven en el dibujo una interacción entre la quimioterapia y el cáncer, elemento que podría haber reflejado una posición más positiva de Jennifer.
No obstante, estos dos dibujos demuestran un progreso mental de la paciente hacia una actitud más agresiva y combativa contra el mal.
Con el fin de que usted visualice las imágenes más apropiadas para su carácter, los Simonton recomiendan que utilice las figuraras reales o imaginarias, que quiera: animales, sombras, colores, piedras, seres humanos, u otras formas. No obstante, estos especialistas opinan que debe tomar en cuenta los siguientes criterios: 1. Las células cancerosas son débiles y confusas, fáciles de destruir (la imagen apropiada sería verlas como huevil os de pescado, fáciles de romper).
2. El tratamiento que recibe es fuerte y poderoso.
3. El sistema inmunológico es un ejército de mil ones de glóbulos blancos, listos a atacar a las células anormales.
4. Las células normales que son afectadas por la quimioterapia o la radiación se recuperan fácilmente: son células que sí pertenecen a su cuerpo y son sabias e inteligentes.
5. Las células cancerosas son destruidas y expulsadas fácilmente del cuerpo por los procesos normales.
6. Al final de la Imagen Mental, véase libre de la enfermedad
7. Termine esta "Relajación/Imágenes Mentales" con una visualización de usted siendo capaz de realizar las actividades que se propaga.
2.2 Tensiones o "estrés" antes de su enfermedad
Este ejercicio es importante realizarlo porque, para que usted l egue a confiar en el Método, debe realizar un autoexamen de su personalidad que le aclare cómo y por qué desarrol ó el tumor. Al mismo tiempo, una vez que entienda cuáles fueron las tensiones que debilitaron su sistema inmunológico y lo hacen todavía, usted podría tener los orígenes del problema y proponer las soluciones adecuadas.
Los Simonton han encontrado que la mayoría de sus pacientes sufrieron, de 6 a 18 meses antes del diagnóstico, un período de depresión y de "estrés" crónicos e irresueltos, que los l evó a sentirse atrapados y sin esperanza.
La muerte o el abandono de un ser querido, la pérdida de un trabajo o el deterioro de la relación con el conyugue o con el compañero (a), son ejemplos de estas tensiones.
Es, entonces, imprescindible que el paciente haga una lista de las cinco tensiones principales sufridas de 6 a 18
meses antes del diagnóstico y otras con las cinco que actualmente le causan depresión y desesperanza. De esta manera el paciente podría entender cuáles son las áreas en que debe tener cambios con el fin de recuperarse.
Es parte primordial de este ejercicio que la persona, una vez identificada sus áreas problemáticas y sus fuentes de "estrés" busque la ayuda profesional de un psicólogo o de un psiquiatra que le permita superarlas. La tensión internalizan es una fuente permanente de debilitamiento de sus defensas naturales y de desperdicio de energía que le serviría para luchar contra el cáncer.
De acuerdo con Carl Simonton la solución más urgente no consistiría en la eliminación permanente del "estrés"
aspectos a veces muy difícil de lograr, sino en un mejoramiento de su actitud ante el a. "Usted es quien determina el significado de los eventos", nos dice él.
2.3 Los beneficios de la enfermedad
Pareciera una barbaridad afirmar que alguien puede obtener beneficios de padecer cáncer. Sin embargo, la enfermedad en nuestra cultura es una salida, a veces, de situaciones emocionales insostenibles. Una vez enfermo, el individuo puede solicitar un mayor grado de cariño y de atención de su familia y dejar de hacer una serie de cosas desagradables.
El niño aprende temprano que en la enfermedad puede quedarse en casa y recibir los cuidados de su madre cuando está cansado de ir a la escuela, o cuando se sienta solo y desatendido.
Como adultos, todos en algún momento de nuestras vidas utilizamos una gripo o una gastritis para no ir a trabajar o para evitar enfrentarnos con una situación difícil.
El paciente con cáncer, según el psiquiatra Le Shan, es una persona que tiende a poner de primero las prioridades de las personas que lo rodean. El tumor es el instrumento del inconsciente, nos dice él. Para pedir ayuda y para que el individuo empiece a reconocer y atender sus necesidades. Según este psiquiatra, "el cáncer es una señal de peligro en el camino de la vida"
Para Carl Simonton esta "señal" es una trampa porque aunque le brinda al individuo el permiso de dejar de hacer lo que le desagrada, pone su vida en peligro de muerte.
Por esta razón, los Simonton recomienda que, primero analice cuáles con los beneficios que la enfermedad le ha deparado (permisos para salirse de situaciones difíciles; obtención de cuidados, mismos y atenciones; oportunistas para utilizar la energía en otras áreas, incentivos para crecer y cambiar lo desagradable; liberaciones de las expectativas de los otros) y, segundo, estudie de qué manera puede usted obtener todos estos beneficios sin necesidad de recurrir a la enfermedad.
Para realizar este ejercicio adecuadamente, escriba una lista de los 10 beneficios principales que le ha deparado su enfermedad y una alternativa para conservarlos, pero prescindiendo del cáncer.
3.2 Ejercicio fí sico
Esta es una de las actividades que le permiten el paciente reducir sus tensiones y acumular energía positiva.
Aunque en su libro los Simonton recomiendan 3 horas semanales de cualquier tipo de ejercicio o de deporte, esta regla puede modificarse de acuerdo con el estado del paciente y de su gusto por las actividades físicas.
No debe convertirse, según el os, en una tarea obligatoria y desagradable. Si usted no es amante del deporte, opte por caminar una hora diaria u otra actividad menos pesada. El ejercicio, sin embargo, es una excelente forma de relajamiento físico y mental que es parte importante de su Método.
3.3 Asesorí a
El paciente debe buscar una asesoría que le permita expresar sus sentimientos. Esta no tiene por qué limitarse al médico, al psicólogo o al psiquiatra. El sacerdote, el ministro, o el rabino, el trabajador social o una amistad cercana, pueden servir de apoyo al paciente que desee establecer un diálogo franco.
Los familiares, por estar tan involucrados únicamente con su enfermedad y por tratar, ya sea de protegerse el os o a usted mismo de ciertos temas fuertes, no son generalmente agentes adecuados para este tipo de apoyo.
Es importante, eso sí, que la persona que busque para desahogarse esté compenetrada emocionalmente con usted y tenga fe en su capacidad de recuperación. Personas pesimistas o indiferentes no son recomendables.
4.3 Reaparición y la Meditación de la muerte
Muchas personas que empiecen con este tratamiento podrían encontrarse que el cáncer ha regresado o invadido o otro órgano. Este evento no debería interpretarse comió evidencia en que el Método ha fracasado. En realidad, no se sabe a ciencia cierta para que los cambios anímicos empiecen a tener una repercusión en su tumor.
Algunos pacientes sufren retrocesos iniciales para luego realizar adelantos importantes en su curación. Otros sufren de reapariciones porque no han realizado los cambios suficientes como para alterar se depresión; otros han hecho demasiadas modificaciones muy rápidamente que podrían ser contraproducentes.
Cualesquiera que sean las causas, no se desanime: dese un tiempo apropiado para sobreponerse y vuelva a comenzar.
La meditación sobre la muerte es una de las etapas más difíciles para el paciente de cáncer. En nuestra sociedad occidental la muerte está cargada de negativismo, de temor y de una aureola de fracaso.
Los pacientes, a veces, le tienen más temor al tipo de muerte que tendrán que al mismo proceso final.
La mayoría de las veces, la muerte es menos dolorosa y traumática de lo se anticipa. A la vez, se puede convertir en una última etapa de aprendizaje del individuo y de su familia. El proceso puede l evarse a cabo con una unión con los seres queridos, repleto de amor y de cariño.
Muchos experimentos que se han hecho con drogas han corroborado que los pacientes que meditan y visualizan sobre su propia muerte, desarrol an una actitud más despreocupada y relajada durante el desenlace final.
Sus visiones de la muerte son de una gran bel eza, de luminosidad, y de tranquilidad.
Meditación de la muerte
Nota: Si usted siente que no está preparado para hacerla, desista de esta Meditación y espera para cuando se siente capaz.
1 al 18. Haga los ocho pasos del ejercicio de Relajación
9. Imagínese a su doctor informándole que su cáncer ha regresado (si usted no tiene cáncer, piense que alguien le dice que se va a morir). Medite sobre los sentimientos y los pensamientos que se le vienen a la cabeza por esta noticia ¿Adónde acudiría? ¿A quién le hablaría? Tome su tiempo para pensarlo.
10. Vea ahora que se acerca la muerte. Experimente el deterioro físico natural. Piense en todos los detal es que implica el proceso de morir.
Medite acerca de lo que perderá cuando expire. Déjese unos minutos de tiempo para enfrentarse a todo el o.
11. Visualice a los seres queridos a la par suya cuando muere. Imagínese como responderían, qué dirían, y que harían en ese instante. Luego, piense en el momento de su propia muerte.
12. Asista a su funeral y observe a la gente que está con usted: fíjese en lo que dicen, en lo que hacen y en lo que sienten. Permítase suficiente tiempo para experimentarlo.
13. Ahora que ha muerto, ¿que pasa con su conciencia o espíritu? Muéstrese adónde va de acuerdo con sus creencias religiosas o filosóficas.
14. Una vez que ha l egado ante la presencia divina o cósmica que le dio origen, revise su vida en detal e.
¿Está feliz en la forma en que vivió? ¿Qué haría diferente? ¿Qué resentimiento tenía y aún tiene?
15. Si tiene usted la oportunidad de regresar a la tierra en un cuerpo distinto para crear una nueva vida,
¿escogería a sus mismos padres? ¿Qué cualidades usted tendría? ¿Cuál sería su ocupación?
¿Qué sería esencial realizar en su nueva vida? Piense cuidadosamente en todas sus respuestas.
16. Observe que el proceso de la muerte y de la reencarnación es permanente en su vida. Cada vez que usted cambia a sus sentimientos y sus creencias, algo muere y algo nace. Ahora que lo ha experimentado, estará consciente del proceso de la muerte y de la regeneración.
17. Vuelva lentamente y tranquilamente al momento actual y regrese a su rutina diaria.
Los Simonton han introducido esta meditación porque, conscientemente o inconscientemente, los pacientes sufren del miedo a la muerte y consideran que, si realizan un ejercicio que los haga l egar lo más próximo a la experiencia real, el os invertirán menos energía en esta preocupación y más en aquel o que los ayude a luchar contra el cáncer.
Si siente que esta Meditación es demasiado fuerte para usted, hágala en compañía de un ser querido, o pospóngala para cuando se encuentre mejor preparado.