Las Mariposas Vuelan Libres: Un Acercamiento Innovador y Radical a la Evolución Espiritual by Stephen Davis - HTML preview

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CAPÍTULO 33

ROBERT SCHEINFELD

 

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Pregunta: Mencionas mucho a Robert Scheinfeld, pero no usas muchas citas de él. No está claro qué piensas de su trabajo exactamente.

Respuesta: No puedo decirte cuánto tengo que agradecer a Robert Scheinfeld y al papel que ha jugado en mi transformación.

Fue Robert (por medio de su curso de estudio doméstico en DVD Escaparse del Juego del Dinero, que ya no está disponible) quien me acompañó a atravesar la puerta trasera de la sala de cine y me guió hacia mi crisálida.

Fue Robert quien me introdujo en el concepto del Juego Humano y, sobre todo, en lo de las dos partes separadas y opuestas, que explicaba mucho sobre mí y mi propia vida.

Fue Robert quien proveyó el Proceso básico que usé con éxito en mi primer año en la crisálida, mientras abandonaba los juicios, prejuicios, creencias y opiniones sobre lo que estaba “ahí fuera” y recuperaba el poder que había otorgado para hacer reales mis hologramas.

Fue Robert quien me presentó la Trilogía de la Iluminación de Jed McKenna, que fue el siguiente paso que necesitaba en mi transformación dentro de la crisálida.

Afortunadamente, tuve la oportunidad de conocer y hablar con Robert y expresarle esta gratitud. Asistí a uno de los seminarios presenciales de Robert y pasé por tres de sus “sistemas domésticos de transformación”, a la vez que lo seguía en Facebook y escuchaba sus disertaciones sobre “Jugadores de fase 2”.

Considero a Robert un compañero “explorador”. Pero tras el primer año en mi crisálida me encontré con Robert en el camino y lo maté.

No literalmente, por supuesto. Para los que no conozcáis la referencia:

 

«Así habló el Maestro Zen Lin Chi: “Si te encuentras con Buda, mata al Buda. Si te encuentras con un Patriarca, mata al Patriarca”. Lin Chi no justifica el asesinato, utiliza una metáfora para explicar la naturaleza del Budismo. No creas lo que dice alguien sólo porque lo dice, sea ese alguien lo santo que sea. Escucha sus palabras y luego explóralas tú mismo…»1

(Basándose en esto, Sheldon Kopp escribió un libro superventas titulado Si te encuentras a Buda en la carretera, mátalo)

 

Para mí estaba claro, cuando me encontré en la carretera con Robert, que se había detenido en algún punto de su camino como explorador, se había sumergido totalmente en escribir sus libros y crear sus “sistemas domésticos de transformación” y en ofrecer sus seminarios.

Como se había detenido, no llegó lo bastante lejos como para ver que su trabajo contiene algunos errores vitales de los que, estoy seguro, se habría dado cuenta si hubiera seguido adelante. (Robert ha anunciado que deja el juego del “explorador” ahora para enfocarse en otras cosas. Espero que parte de esas “otras cosas” incluya llegar más lejos en su crisálida y corregir sus errores, por su propio bien.)

Es extraño, también, porque los errores mayores tienen que ver con su redacción, con las palabras que usa, y una de las “herramientas” que Robert indica que se usen en la segunda parte del Juego Humano es el “vocabulario transformacional”. En otras palabras, Robert ve claramente la importancia del lenguaje que usamos, así que tengo que suponer que no captó el concepto para empezar.

Por ejemplo, a lo que yo he llamado el Yo Infinito, la consciencia en el otro lado de El Campo, Robert lo llama el “Yo Ampliado”. Sin trabajar demasiado la idea, “ampliado” es un juicio, lo mismo que “mejor” o “superior”. Ampliar el “yo” es ir justamente en la dirección contraria a la que queremos en la crisálida, que es hacia el “no-yo”.

Robert habla también de “recuperar tu poder” como parte de este Proceso. Para empezar nosotros, como Jugadores, no hemos tenido nunca poder alguno, entonces, ¿cómo podemos “recuperarlo”?

Pero acaso el error más importante sea una frase que suena muy pegadiza y genial, y que atrae mucho a la gente de la New Age: “el Sol que realmente eres”.

Robert utiliza eso en su “metáfora de la nube”, al explicar que lo que hacemos en la crisálida es agujerear la cubierta de nubes, de manera que “el Sol que realmente eres” pueda brillar a través de ella.

A la gente le encanta esto, porque alimenta muy bien al ego. A todo el mundo le gusta creer que es algo más que simplemente un Jugador, que ellos son verdaderamente su propia consciencia infinita, que lleva la voz cantante.

Ahora bien… es cierto que la idea completa de la crisálida es descubrir “quién no soy yo” en el camino a encontrar “quién soy yo”. Insinuar que el resultado final sea dejar que “el Sol que realmente eres” brille a través de la cubierta de nubes, hace, simplemente, que continúe la ilusión de que somos algo más que un Jugador representando a nuestro Yo Infinito en el Juego Humano. Hace que se perpetúe el falso conocimiento y las capas del ego que dicen que verdaderamente somos nuestro Yo Infinito, después de todo.

Por último, como dije antes, el Proceso de Robert es excelente si hablamos de los juicios, prejuicios, creencias y opiniones que hemos creado mientras estábamos en la primera parte del Juego Humano, mientras tratemos con lo que tiene que ver con lo que creemos que está “ahí fuera”, pero sencillamente no está concebido, o no es muy factible, para encontrar los miedos que están subyacentes o que se desprenden de las capas de identidades falsas que inventa el ego.

 

* * *

 

Me encantaría poder recomendar el trabajo de Robert, ya que significa mucho para mí. Tú podrías leer y estudiar su trabajo con un ojo exigente y alerta ante los errores, y quizá eso también te ayudara a ti. Puedes empezar en RobertScheinfeld.com.

Pero he conocido demasiadas personas que han seguido a Robert y que se llaman a sí mismos “Jugadores de la Fase 2”, que no tienen ni idea de los profundos miedos y capas del ego de los que no habla el trabajo de Robert, y que van por ahí hablando de la realidad que ellos están creando y de la alegría de reconectarse con “el Sol que ellos realmente son”.

Dicho esto, quiero reconocer que Robert ha hecho un trabajo maravilloso al poner disponible esta información en la trasera del cine y presentarla de tal manera que muchos más Humanos-Adultos estén entrando en sus crisálidas. Robert es un genio del marketing, sin duda, y, por supuesto, hasta sus “errores” son perfectos.

También quiero puntualizar que yo, como Robert, también me detuve en la crisálida para escribir este libro (y quizá otros, ya veremos). Llegué más lejos que Robert, pero también me detuve. Mi sola esperanza es no haber cometido el mismo tipo de errores importantes que cometió Robert.