Rimas by Bartolomé Mitre - HTML preview

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la

gloria;

Mas

si

la

patria

yace

en

agonía

Rompa

el

canto

á

la

fúnebre

elegía.

Cuando en liza ó al pié de la muralla

Derrotados

se

miren

los

valientes,

Cuando vea que el plomo y la metralla

Ha

postrado

patriotas

eminentes,

Arda

su

pecho

en

fuego

sacrosanto

Y entone de la guerra el noble canto.

Cuando

un

laurel

los

déspotas

levanten

Y en medio de los brindis de la orgía

El triunfo impío en su insolencia canten,

Fulmine

su

tremenda

profecía,

Y

anuncie

con

su

voz

aterradora

De

libertad

la

celestial

aurora.

Sí,

que

del

vate

la

mision

sagrada

Es

inflamar

del

bravo

el

ardimiento,

Dar nuevo temple á la fulmínea espada

Con

el

soplo

encendido

de

su

aliento,

Y

al

fúnebre

clamor

de

la

derrota,

Alzar

del

libre

la

bandera

rota.

Para

probar

los

pueblos

de

la

tierra,

Para

templar

las

almas

de

los

bravos,

En

medio

del

estruendo

de

la

guerra

Dios

suele

coronar

á

los

esclavos,

Mas

luego

con

su

mano

poderosa

Los hunde de la noche en la honda fosa.

En

la

derrota

el

pueblo

valeroso

Templa

su

brazo

y

su

robusta

lanza,

Para

volver

despues

mas

ardoroso

Y entre el polvo, la sangre y la matanza,

Y entre el humo que envuelve la pelea

Desafiar

el

cañon

que

centellea.

Cancha-Rayada

viera

con

denuedo

A

los

héroes

de

Mayo

caer

vencidos,

Pero

sin

dar

cabida

al

torpe

miedo

Alzaron

sus

pendones

abatidos,

Al

cielo

sus

espadas

elevaron

Y en sus hombros la patria sustentaron.

Imitemos

nosotros

su

alto

ejemplo:

El

pendon

de

la

patria

enarbolando

Marchemos de la gloria al sacro templo

«O

muerte

ó

libertad»

todos

clamando;

Y apoyando la planta en los escombros

La

libertad

alcemos

en

los

hombros.

Aquel

cobarde

que

del

triunfo

dude,

Quien

al

tirano

eternizado

crea,

El que á los gritos del honor no acude

Y

do

el

pendon

de

libertad

flamea,

Ese

es

un

vil

de

corazon

cobarde

Do el entusiasmo de la patria no arde.

¿Y

quién

no

abriga

fuego

sacrosanto

Y

vuela

con

ardor

á

la

batalla?

¿A quién detiene ni el amor, ni el llanto,

Ni el silbo de la bala y la metralla?

¿Quién

por

la

patria

perecer

no