Novelas y Teatro by Miguel de Cervantes Saavedra - HTML preview

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Para mostrar muriendo el pechoosado;

Mas, porque no se pase enbalde el tiempo,

Mira si os cuadra lo que hedemandado,

Y, si no os parece, dad unmodo

Que mejor venga y que convengaa todo.

TEÓG. Yo desde aquí meofrezco, si os parece

Que puede de mi esfuerzo algofiarse,

De salir a esta duda que se ofrece,

Si por ventura viene aefectuarse.

CAR. Más honra tu valor claro merece;

Bien pueden de tu esfuerzoconfiarse

Más difícilescosas, y aun mayores,

Por ser el que es mejor de losmejores.

Y puestú ocupas el lugar primero

De la honra y valor con causajusta,

Yo, que en todo me cuento porpostrero,

Quiero ser elh e raldo de esta justa.

N.1.° Pues yo con todo el pueblo me prefiero

Hacer de lo que Júpitermás gusta,

Que son los sacrificios yoblaciones,

Si van con enmendadoscorazones.

N.2.° Vámo no s, ycon presta diligencia Hagamos cuanto aquípropuesto habernos.

Antes que la pestíferadolencia

De la hambre nos ponga en losextremos.

Si tiene el cielo dada lasentencia

De que en este rigor fieroacabemos,

Revóquela, si acaso lomerece

La presta enmienda queNumancia ofrece.

Vanse.

Salen dos numantinos vestidos como sacerdotes antiguos, y han detraer asido de los cuernos en medio un carnero grande, coronado deoliva y otras flores, y un paje con una fuente de plata y unatoalla, y otro con un jarro de agua, y otros dos con dos jarros devino, y otro con otra fuente de plata con un poco de incienso, yotros con fuego y leña, y otro que ponga una mesa con untapete donde se ponga todo lo que hubiere en la comedia, enhábitos de numantinos; y luegolos sacerdotes, dejando el uno el carnero de la mano, diga, y hande entrar TEÓGENES y muchos numantinos.

S.1.° Señales ciertas dedolores ciertos

Se me han presentado en elcamino,

Y los canos cabellos tengoyertos.

S.2.° Si acaso yo no soy maladivino,

Nunca con bien saldremos deesta impresa.

¡Ay, desdichado pueblonumantino!

S.1.° Hagamos nuestro oficio con lapriesa

Que nos incitan losagüeros tristes.

Poned, amigos, haciaaquí esa mesa.

S.2.° El vino, incienso y agua quetrujistes

Poneldo encima, y apartaosafuera,

Y arrepentíos de cuantomal hicistes;

Que la oblación mejor y la primera

Que se ha de ofrecer al altocielo

Es el alma limpia y voluntadsincera.

S.1.° El fuego no le hagáis vosen el suelo,

Que aquí viene braseropara ello,

Que así lo pide elreligioso celo.

S.2.° Lavaos las manos y limpiaos elcuello.

Dad acá el agua:¿el fuego no se enciende?

N. No hay quien pueda,señor es, encendello.

S.2.° ¡Oh Júpiter!¿Qué es esto que pretende

De hacer en nuestrodaño el hado esquivo?

¿Cómo el fuegoen la tea no se enciende?

N. Ya p a rece,señor, que está algo vivo.

S.2.° Quítate afuera. ¡Oh flaca llamaescura,

Que dolor en mirarte talrecibo!

¿No mirascómo el humo se apresura

A caminar al lado dePoniente,

Y la amarilla llama, malsegura,

Sus puntasencamina hacia el Oriente?

¡Desdichadaseñal, señal notoria

Que nuestro mal y dañoestá patente!

S.1.° Aunque lleven romanos lavictoria

De nuestra muerte, en humo hade tornarse

Y en llamas vivas nuestramuerte y gloria.

S.2.° Pues debe con el vino ruciarse

El sacro fuego, dad acáese vino,

Y el incienso tambiénque ha de quemarse.

Rocía el fuego con el vino a la redonda, y luego pone elincienso en el fuego, y dice:

Al bien deltriste pueblo numantino

Endereza, ¡oh granJúpiter!, la fuerza

Propici a, delcontrario amargo sino.

Ansí comoeste ardiente fuego fuerza

A que en humo se vaya el sacroincienso,

Así se haga al enemigofuerza

Para que en humo,eterno padre inmenso,

Todo su bien, toda su gloriavaya,

Ansí como túpuedes y yo pienso;

Tengan los cielossu poder a raya,

Ansí como estavíctima tenemos,

Y, lo que ella ha de haber,él también haya.

S.1.° Mal responde el agüero; malpodremos

Ofrecer esperanza al pueblotriste,

Para salir del mal queposeemos.

Hácese ruido debajo del tablado con un barril lleno depiedras, y dispárese un cohete volador.

S.2.° ¿No oyes un ruido,amigo? Di, ¿no viste

El rayo ardiente quepasó volando?

Presa g ioverdadero de esto fuiste.

S.1.° Turbado estoy; de miedo estoytemblando.

¡Oh quéseñales!, a lo que yo veo,

¡Qué amargo finestá n pronosticando!

¿No ves unescuadrón airado y feo?

¿Vees unaságuilas feas que pelean

Con otras aves en marcialrodeo?

S.2.° Sólo su esfuerzo y su rigoremplean

En encerrar las aves en uncabo,

Y con astucia y arte lasrodean.

S.1.° Tal seña lvit upero y no la alabo,

¿Aguilas imperialesvencedoras?

¡Tú verásde Numancia presto el cabo!

S.2.° Aguilas, de gran malanunciadoras,

Partíos, que ya elagüero vuestro entiendo,

Ya e n efectocontadas son las horas.

S.1.° Con todo, el sacrificio hacerpretendo

De esta inocentevíctima, guardada

Para pagar el dios del gestohorrendo.

S.2.° ¡Oh granPl u tón, a quien pors u erte dada

Le fué lahabitación del reino oscuro

Y el mando en la infernal triste morada!

Atapa la profundaescura boca

Por do salen las tres fierashermanas

A hacernos el daño quenos toca,

Y sian dedañarnos tan livianas

Sus intenciones, que las lleveel viento,

Como se lleva el pelo de estaslanas.

Quita algunos pelos del carnero y échalos al aire.

S.1.° Y ansí como te baño yensangriento

Este cuchillo en esta sangre pura,

Con alma limpia y limpiopensamiento,

Ansí latierra de Numancia dura

Se bañe con la sangrede romanos,

Y aun los sirva tambiénde sepoltura.

Sale por el hueco del tablado un DEMONIO hasta el medio cuerpo,y ha de arrebatar el carnero y volverse a disparar el fuego y todoslos sacrificios.

S.2.° Mas ¿quién me ha arrebatadode las manos

La víctima?¿Qué es esto, dioses santos?

¿Qué prodigiosson estos tan insanos?

No os han entern eci do ya los llantos Deste pueblo lloroso yafligido,

Ni la arpada voz de aquestoscantos;

Antes creo que sehan endurecido,

Cual pueden inferir en lasseñales

Tan fieras como aquíhan acontecido.

Nuestros vivosremedios son mortales;

Toda nuestra pereza esdiligencia,

Y los bienes ajenos,nuestros males.

NUM. En fin, dado han los cielos lasentencia

De nuestro fin amargo ymiserable.

No nos quiere valer ya suclemencia;

Lloremos, pues esfin tan lamentable,

Nuestra desdicha; que la edadpostrera

Dél y de nuestrasfuerzas siempre hable.

JORNADA TERCERA

Salen CIPIÓN, IUGURTA, y MARIO, romanos.

CIP. En forma estoy contento en mirarcómo

Corresponde a mi gusto laventura,

Y esta libre naciónsoberbia domo

Sin fuerzas, solamente concordura.

En viendo la ocasión,luego la tomo,

Porque sé cuántocorre y se apresura,

Y si se pasa; en cosas de laguerra,

El crédito consume yvida atierra.

Juzgaba deésa el loco desvarío

Tener los enemigosencerrados,

Y que era mengua del romanobrío

No vencellos con modosmás usados.

Bien sé que lohabrán dicho; mas yo fío

Que, los que fuerenplácticos soldados

Dirán que es de teneren mayor cuenta

La victoria que menosensangrienta.

¿Quégloria puede haber más levantada,

En las cosas de guerra queaquí digo,

Que, sin quitar de su lugar laespada,

Vencer y sujetar alenemigo?

Que, cuando la victoria esgranjeada

Con la sangre vertida del amigo,

El gusto mengua que causarpudiera

La que sin sangre tal ganadafuera.

Tocan una trompeta del muro de Numancia.

IUG. Oye, señor, que de Numanciasuena

El son de una trompeta, y measeguro

Que decirte, algo desdeallá se ordena,

Pues el salir acá loestorba el muro.

Caravino se ha puesto en unaalmena,

Y una señal ha hecho deseguro:

Lleguémonos máscerca.

CIP. Ea, lleguemos.

No más: que desdeaquí lo entenderemos.

Pónese CARAVINO en la muralla, con una bandera o lanza enla mano, y dice:

CAR. ¡Romanos!; ¡Ah,romanos! ¿Puede acaso

Ser de vosotros esta vozoída?

MAR. Puesto que más abajas, y hables paso,

De cualquier tu razónserá entendida.

CAR. Decid al general que alargue el paso

Al foso, porque vienedirigida

a él una embajada.

CIP. Dila presto,

que yo soyCipión.

CAR. Escucha el resto.

Dice Numancia, generalprudente,

Que consideres bien que hamuchos años

Que entre la nuestra y turomana gente

Duran los males de la guerra extraños,

Y que, por evitar que no seaumente

La dura pestilencia destosdaños,

Quiere, si túquisieres, acaballa

Con una breve y singularbatalla.

Un soldado seofrece de los nuestros

A combatir cerrado enestacada

Con cualquiera esforzado delos vuestros,

Para acabar contienda tantrabada;

Y al que los hados fueren tansiniestros,

Que allí ledeje n sin la vida amada,

Si fuere d nuestro,darémoste la tierra;

Si el tuyo fuere,acábese la guerra:

Y por seguridaddeste concierto,

daremos a tu gusto lasrehenes.

Bien sé que enél vendrás, porque estás cierto

De los soldados que a tu cargotienes,

Y sabes que el menor, a campoabierto,

Hará sudar el pecho,rostro y sienes

Al más aventajado deNumancia;

Ansí que estásegura tu ganancia.

Porque a la ejecuciónse venga luego,

Respóndeme,señor, si estás en ello.

CIP. Donaire es lo que dices, risa y juego,

Y loco el que piensa dehacello.

Usad el medio del humilderuego,

Si queréis que seescape vuestro cuello

De probar el rigor y filosdiestros

Del romano cuchillo y brazosnuestros.

La fiera que en la jaula está encerrada

Por su selvatoquez y fuerzadura,

Si puede allí con manoser domada,

Y con el tiempo y medios decordura,

Quien la dejase libre ydesatada

Daría grandes muestrasde locura.

Bestias sois, y, por tales,encerradas

Os tengo donde habéisde ser domadas.

Míaserá Numancia a pesar vuestro,

Sin que me cueste unmínimo soldado,

Y el que tenéisvosotros por más diestro,

Rompa por ese fosotrincheado;

Y si en esto os parece que yomuestro

Un poco mi valoracobardado,

El viento lleve agora esta vergüenza,

Y vuélvala la famacuando venza.

Vanse CIPIÓN y los suyos, y dice CARAVINO.

CAR. ¿No escuchas más,cobarde? ¿Ya te ascondes?

¿Enfádate laigual justa batalla?

Mal con tu nombradíacorrespondes;

Mal podrás de este modosustentalla;

En fin, como cobarde merespondes.

Cobardes sois, romanos, vilcanalla,

Con vuestra muchedumbreconfiados,

Y no en los diestros brazoslevantados.

En formado escuadrón, o manga suelta

En la campaña rasa, dono pueda

Estorbar la mortal fierarevuelta

El ancho foso y muro que la veda,

Será bien que, sin darel pie la vuelta?

Y sin tener jamás laespada queda,

Ese ejércitomucho bravo vuestro

Se viera con el poco flaconuestro;

Mas, como siempreestáis acostumbrados

A vencer con ventajas y conmañas,

Estos conciertos, en valorfundados,

No los admiten bien vuestrasmarañas;

Liebres en pieles fierasdisfrazados,

Load y engrandeced vuestrashazañas,

Que espero en el granJúpiter dejaros

Sujetos a Numancia y a susfueros.

Vase, y torna a salir fuera con TEÓGENES, y CARAVINO, yMARANDRO, y otros.

TEÓG. En términos nos tienenuestra suerte,

Dulces amigos, quesería ventura

De acabar nuestrosdaños con la muerte;

El desafíono ha importado un cero;

¿De intentar quéme queda? No lo siento,

Uno es aceptar el finpostrero.

Esta noche semuestre el ardimiento

Del numantino aceleradopecho,

Y póngase por obranuestro intento.

El enemigo murosea deshecho;

Salgamos a morir a lacampaña,

Y no como cobardes enestrecho.

Bien sé quesólo sirve esta hazaña

De que a nuestro morir se mude el modo,

Que con ella la muerte seacompaña.

CAR. Con este parecer yo me acomodo;

Morir quiero rompiendo elfuerte muro,

Y deshacello por mi manotodo;

Mas tienen unacosa mal siguro:

Que, si nuestras mujeres sabenesto,

De que no haremos nada osaseguro.

Cuando otra veztuvimos presupuesto

De huírnos y dejallas,cada uno

Fiado en su caballo y vuelopresto,

Ellas, que eltrato a ellas importuno

Supieron, al momento nosrobaron

Los frenos, sin dejarnossólo uno.

Entonces elhuír nos estorbaron,

Y ansí lo haránagora fácilmente,

Si las lágrimasmuestran que mostraron.

MAR. Nuestro disinio a todas espatente,

Todas lo saben ya, y no quedaalguna

Que no se queje delloamargamente,

Y dicen que, en labuena o ruin fortuna,

Quieren en vida o muerteacompañaros,

Aunque sucompañía os sea importuna.

Entran cuatro mujeres de Numancia, cada una con un niñoen brazos y otros de las manos, y LIRA, doncella.

Veislasaquí do vienen a rogaros

No las dejéis en tantosembarazos;

Aunque seáis de acerohan de ablandaros;

Los tiernos hijosvuestros en los brazos

Las tristes traen: ¿noveis con qué señales

De amor les dan losúltimos abrazos?

M.1.ª ¿Quépensáis, varones claros?

¿Revolvéisaún todavía

En la tristefantasía

De dejarnos y ausentaros?

¿Y a loslibres hijos vuestros

Queréis esclavosdejallos?

¿No será mejor ahogallos

Con los propios brazosvuestros?

Noapresuréis el camino

Al morir, porque suestambre

Cuidado tiene la hambre

De cercenarla contino.

M.3.ª Hijos de estas tristesmadres,

¿Qué es esto?¿Cómo no habláis

Y con lágrimasrogáis

Que no os dejen vuestrospadres?

Baste que lahambre insana

Os acaben con dolor,

Sin esperar el rigor

De la aspereza romana.

Decildes que osengendraron

Libres, y libres nacistes,

Y que vuestras madrestristes

También libres oscriaron.

Decildes que, puesla suerte

Nuestra va tandecaída,

Que, como os dieron la vida,

Ansí mismo os den lamuerte;

¡Oh muros deesta ciudad!

Si podéis hablar,decid,

Y mil veces repetid:

"¡Numantinos,libertad

Los templos, lascasas vuestras

Levantadas en concordia!

Hoy piden misericordia

Hijos y mujeres vuestras.

Ablandad, carosvarones,

Esos pechos diamantinos,

Y mostrad, cualnumantinos,

Amorosos corazones;

Que no por romperel muro

Se remedia un maltamaño;

Antes en ello está eldaño

Más propincuo ymás seguro."

LIRA. También las tristesdoncellas

Ponen en vuestra defensa

El remedio de su ofensa

Y el alivio a susquerellas.

Desesperación notoria

Es ésta que hacerqueréis,

Adonde sólohallaréis

Breve muerte y largagloria.

Mas ya que salgamejor

Que yo pienso estahazaña,

¿Qué ciudad hayen España

Que quiera daros favor?

Mi pobre ingenioos advierte

Que si hacéis estasalida,

Al enemigo dais vida

Y a toda Numancia muerte.

De vuestro acuerdogentil

Los romanosburlarán;

Pero, decidme:¿qué harán

Tres mil con ochenta mil?

Aunque tuviesenabiertos

Los muros y su defensa,

Seríades con ofensa

Mal vengados y bienmuertos.

Mejor es que laventura

O el daño que el cieloordena,

O nos salve o nos condena

Dé la vida osepoltura.

TEÓG. Limpiad los ojos húmidosdel llanto,

Mujeres tiernas, y tenéentendido

Que vuestra angustia lasentimos tanto,

Que responde al amor nuestrosubido.

Ora crezca el dolor, ora elquebranto

Sea por nuestro biendisminuído,

Jamás en muerte o vidaos dejaremos;

Antes en muerte y vida osserviremos.

Pensábamossalir al foso, ciertos

Antes de allí morir quede escaparnos,

Pues fuera quedar vivos aunquemuertos,

Si muriendo pudiéramosvengarnos;

Mas, pues nuestros disinios descubiertos

Han sido, y es locura aventurarnos,

Amados y hijos y mujeresnuestras,

Nuestras vidas serán dehoy más las vuestras.

Sólo se hade mirar que el enemigo

No alcance de nosotros triunfoo gloria;

Antes ha de servir élde testigo

Que aprueben y determinen lahistoria;

Y si todos venís en loque digo,

Mil siglos duraránuestra memoria,

Y es que no quede cosaaquí en Numancia

De do el contrario pueda hacerganancia.

En medio de laplaza se haga un fuego,

En cuya ardiente llamalicenciosa

Nuestras riquezas todas seechen luego,

Desde la pobre a la másrica cosa;

Y esto podréis tener adulce juego,

Cuando os declare laintención honrosa

Que se ha de efectuardespués que sea

Abrasada cualquier ricapresea.

Y para entretenerpor algún hora

La hambre que ya roe nuestroshuesos,

Haréis descuartizarluego a la hora

Esos tristes romanos queestán presos.

Y sin del chico al grandehacer mejora,

Repártase entre todos,que con esos

Será nuestra comidacelebrada

Por España, cruel,necesitada.

CAR. Amigos, ¿qué os parece?¿Estáis en esto?

Digo que a mí me tiene satisfecho,

Y que a la ejecución sevenga presto

De un tan extraño y tanhonroso hecho.

TEÓG. Pues yo de mi intención osdiré el resto:

Después que sea lo quedigo hecho,

Vamos a ser ministros todosluego

De encender el ardiente y ricofuego.

M.1.ª Nosotras desde aquí yacomenzamos

A dar con voluntad nuestrosarreos,

Y a las vuestras las vidasentregamos

Como se han entregado losdeseos.

LIRA. Pues caminemos presto; vamos, vamos,

Y abrásense en un puntolos trofeos

Que pudieran hacer ricas lasmanos,

Y aun hartar la codicia deromanos.

Vanse todos, y salen dos NUMANTINOS.

N.1.° ¡Derrama, dulce hermano,por los ojos

El alma en llanto amargoconvertida!

¡Venga la muerte y llevelos despojos

De nuestra miserable y tristevida!

N.2.° Bien poco durarán estos enojos;

Que ya la muerte vieneapercebida

Para llevar en presto y brevevuelo

A cuantos pisan de Numancia elsuelo.

En la plaza mayorya levantada

Queda un ardiente y cudiciosahoguera,

Que de nuestras riquezasmenistrada,

Sus llamas suben a la cuartaesfera.

Allí, con triste priesa acelerada

Y con mortal y tímidacarrera,

Acuden todos, como santaofrenda,

A sustentar las llamas con suhacienda.

Allí laperla del rosado Oriente,

Y el oro en mil vasijasfabricado,

Y el diamante y rubímás excelente,

Y la estimada púrpura ybrocado,

En medio del rigor fogosoardiente

De la encendida llama se haarrojado:

Despojos que pudieran losromanos

Hinchir los senos y ocupar lasmanos.

Aquí salen con cargas de ropa por una parte yéntranse, por otra.

Vuelve al tristeespectáculo la vista;

Verás con cuántapriesa y cuánta gana

Toda Numancia en numerosavista

Aguija a sustentar la llamainsana;

Y no con verde leño oseca arista,

No con materia al consumirliviana,

Sino con sus haciendas malgozadas,

Pues se guardaron para serquemadas.

N.1.° Si con esto acabara nuestrodaño,

Pudiéramos llevallo conpaciencia;

Mas, ¡ay!, que se ha dedar, si no me engaño,

De que muramos todos cruelsentencia.

¡Primero que el rigorbárbaro extraño

Muestre en nuestras gargantas su inclemencia, Verdugos de nosotros nuestrasmanos

Serán, y no los pérfidos romanos!

Han ordenado queno quede alguna

Mujer, niño ni viejocon la vida,

Pues al fin la cruel hambreimportuna

Con más fiero rigor essu homicida.

Sale una mujer con una criatura en los brazos y otra de la mano,y ropa para echar en el fuego.

MADR. ¡Oh duro vivir molesto!

¡Terrible y tristeagonía!

HIJO. Madre, ¿por ventura, habría

Quien nos diese pan poresto?

MADR. ¿Pan, hijo? ¡Ni aun otracosa

Que semeje de comer!

HIJO. Pues ¿tengo de fenecer

De dura hambre rabiosa?

¡Con pocopan que me deis,

Madre, no os pedirémás!

MADR. Hijo, ¡qué pena me das!

HIJO. ¿Por qué, madre, noqueréis?

MADR. Sí quiero; mas¿qué haré,

Que no sé dondebuscallo?

HIJO. Bien p