Relación Histórica de los Sucesos de la Rebelión de José Gabriel Túpac - Amaru en las Provincias del Perú, el Año de 178 by Anonymous Author - HTML preview

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Relacion historica de los sucesos de la rebelion de Jose Gabriel Tupac-Amaru en las provincias del Peru, el ano de 1780

[Nota del Transcriptor: Las irregularidades en acentuación y ortografíaencontradas en este libro son consistentes con la flexibilidad de lasreglas en uso en 1836, y así no deben ser consideradas "errores"

sinoun elemento del estilo de la época.]

RELACION HISTORICA

DE LOS

SUCESOS DE LA REBELION

DE

JOSE GABRIEL TUPAC-AMARU,

EN LAS

PROVINCIAS DEL PERU,

EL AÑO DE 1780.

Primera Edicion.

BUENOS-AIRES.

IMPRENTA DEL ESTADO.

1836

DISCURSO PRELIMINAR

A LA

REVOLUCION DE TUPAC-AMARU.

* * * * *

Las extorsiones de los corregidores, y la impunidad de que disfrutabanen las Audiencias

, produgeron en 1780 una fuerte conmocion entre losindios del Perú, capitaneados por José Gabriel Tupac-Amaru [1], caciquede Tungasusa en la provincia de Tinta; [2] que, altivo por carácter éirascible por génio, miraba con rencor la degradacion de los indígenas.Ultimo vástago de los Incas, y reducido ahora á prosternarse ante el masvil empleado de la metrópoli, no pudo su ánimo sobrellevar en pazestos ultrages.

[Nota 1: Se le dá comunmente el nombre de

Tupamaro

, corrupcion dedos voces de la lengua

quicchuá

, que significan literalmente,"resplandeciente"

(thupac)

y "culebra"

(amaru)

. Los antiguosPeruanos comparaban los hombres grandes y poderosos á las serpientes,porque, como ellas infunden miedo con su presencia. Uno de los barriosdel Cuzco, donde los Incas mantenian por magnificencia algunos de estosanimales, llevaba el nombre de Amanucancha,

"corral de lasserpientes."]

[Nota 2: O mas bien

Ttintti

, que en el mismo idioma quiere decir"langosta."]

Habia frecuentado las universidades de Lima y del Cuzco, donde aprendiólo bastante para descollar entre sus iguales. No contento con elcacicazgo, que era hereditario en su familia, solicitó ser reconocidocomo descendiente legítimo de los antiguos dinastas del Perú, y habia yaconseguido reasumir el título de

Marques de Oropesa

que habian llevadosus antecesores.[3]

[Nota 3: D. Martin Garcia Loyola, sobrino de San Ignacio, ygobernador de Chile en 1583, casó con Clara Beatriz,

Coya

, hija únicay heredera del Inca Sayrí Tupac. De este matrimonio nació una hija, quepasó á España, donde se enlazó con un caballero, llamado D. JuanHenriquez de Borga, y á quien el Rey concedió el título de

Marquesa deOropesa

. De esta rama procedia tambien

Tupac-Amaru

.]

Preocupado con sus ideas de venganza, sintió la necesidad de adquirirrenombre, y derramó sus caudales para hacerse de clientes. Se pusotambien en contacto con las personas mas influyentes del clero, áquienes pintaba con los mas vivos colores los vejámenes que sufrian losindios. Movidos por sus quejas, los obispos de la Paz, del Cuzco, yotros prelados del Perú, las habian transmitido al Rey por medio deSantelices, Gobernador de Potosí, muy inclinado á favor de losnaturales, y cuyos sufragios eran de un gran peso por el crédito quedisfrutaba en la corte. Carlos III, principe justo y magnánimo, habiaacogido con interés estas súplicas, y para atenderlas con acierto habiallamado al mismo Santelices á ocupar un puesto en su Consejo de Indias.

Con tan prósperos auspicios, D. Blas Tupac-Amaru, deudo inmediato deJosé Gabriel, fué á Madrid á solicitar la supresion de la mita y losrepartos. Todo anunciaba un feliz desenlace, cuando la Parca truncó lavida de estos filántropos, no sin sospecha de haber sido envenenados.

Solo, y expuesto al resentimiento de los que habian sido denunciados, seresolvió Tupac-Amaru á echar mano de un arbitrio violento. Hallábase decorregidor en la provincia de Tinta un tal Arriaga, hombre ávido éinhumano, que abusaba del poder para saciar su inextinguible sed deriquezas. Hecho odioso al pueblo á quien tiranizaba, fué esta la primervíctima que le fué inmolada. Bajo el pretexto de celebrar con pompa eldia del Monarca, el cacique lo atrajo á Tungasuca, donde en vez de lasdiversiones que esperaba, fué condenado á expiar sus crímenes en uncadalso. Igual suerte estaba reservada al corregidor de

Quespicancha

[4], que salvó la vida, abandonando sus ricos almacenes, y mas de 25,000pesos que tenia acopiados en las arcas del fisco.

[Nota 4: Escriben comunmente

Quispicanchi

, que nada significa. Elotro nombre se compone de

quespi

, que en el idioma

aymará

corresponde "á cosa que brilla", como cristal, piedra preciosa, &c., yde cancha

, "corral."]

Estos despojos, repartidos generosamente entre las tropas, dilataron laesfera de accion de estos tumultos.

Los funcionarios públicos, siguiendoel ejemplo de los corregidores, que eran el blanco principal de laanimadversion de los pueblos, desamparaban sus puestos, y dejaban libreel campo á los amotinados. Sus filas, que se engrosaban diariamente,presentaron pronto una masa imponente para emprender mayores hazañas. Alsentimiento de venganza, que brotaba expontaneamente de todos loscorazones, quiso Tupac-Amaru hermanar otro que lo afirmase yennobleciese. Dos siglos y medio, pasados en la servidumbre, no habianpodido borrar de la memoria de los indígenas los recuerdos del gobiernopaternal de los Incas: grabados en las ruinas del Cuzco, donde morabansus dioses, y descansaban sus héroes, hacian de esta ciudad el objeto deuna supersticiosa veneracion; y aquí fué donde se dirigió Tupac-Amarupara inflamar el ardor de sus soldados. Trabado en su marcha por unafuerza de milicianos que se habia organizado de Sangarara, los atacó, yobligó á asilarse del templo, donde se defendieron hasta sepultarse bajolos escombros del edificio, que se desplomó sobre sus cabezas.

Esta ventaja, poco considerable en sí misma, dió alas á la anarquia, quese propagó hasta la provincia de Chichas. El foco principal de estanueva insurreccion era Chayanta, donde dominaban los Catari, hombrespopulares y atrevidos, que estaban quejosos por la indiferencia con queel virey Vertiz y la Audiencia de Charcas habian oido sus reclamoscontra la escandalosa administracion de Alós, corregidor de aquelpartido entonces, y promovido despues al gobierno del Paraguay. Tomas,el mayor de sus hermanos, desairado por el Virey, cuya justicia habiavenido á implorar personalmente á Buenos Aires, regresó á su provincia,esparciendo la voz de haber conseguido mas de lo que habia solicitado: yeste ardid sublevó contra Alós á todos los indios, que se resistian ápagar los tributos y á admitir sus repartos.

El corregidor se vengó por una perfidia, que hizo mas arriesgada suposicion. Imputó á Catari la muerte de un recaudador de rentas, y leenvió preso á la Audiencia de Charcas. Desde este momento la sangrecorrió á torrentes, y la pluma del historiador se retrae de trazar elcuadro espantoso de tantos excesos. En Oruro, en Sicasica, en Arques, enHayopaya, fueron innumerables las víctimas. En la iglesia de Caracoto lasangre de los españoles llegó á cubrir los tobillos de los asesinos. EnTapacari, pequeño pueblo de la provincia de Cochabamba, se quiso obligará un padre á desgarrar el corazon de sus hijos á la vista de la madre: yla repulsa á tan inicuo mandato, fué la señal de su comun exterminio.Nada fué respetado: ni la edad, ni el sexo, ni las súplicas, ni loslamentos libraban de la muerte, y una parte de la poblacion sucumbia alfuror de la otra.

Entretanto los Vireyes de Buenos Aires y de Lima trabajaban de consunopara sofocar la insurreccion del Perú. Varias tentativas de los rebeldesse habian malogrado por la impericia de los gefes en quienes Tupac-Amaruhabia depositado su confianza. Su muger le habia obligado á volver áTungasuco, para calmar los terrores que le habia causado la noticia dela salida de la tropas de Lima. ¡Triste y singular presentimiento!

Conel Mariscal Valle, que mandaba esta expedicion, venia el VisitadorAreche—ese hombre feroz, que, conculcando los derechos de la humanidad,y ultrajando al siglo en que vivia, debia renovar las escenas de lostiempos bárbaros, en la época en que aun vivian Becaria y Filangeri!La ausencia de Tupac-Amaru, aunque momentanea, fué señalada por grandesreveses. Sus tropas, que no habian podido penetrar al Cuzco, fueronrechazadas de Puno y de Paucartambo. Estos contrastes, y la expedicionde Lima que se avanzaba á marchas redobladas, le hicieron advertir todoel peligro de la inaccion en que estaba, y de la que le importaba salircuanto antes.

Su reaparicion excitó el mas vivo entusiasmo, y las poblaciones seagolpaban en el tránsito para aclamarle. Esta vez ciñió las infulas,

(llantu)

que, segun Garcilaso, eran las insignias de la dignidad realentre los Incas. Inexperto en el arte de mandar los ejércitos, se enredónuevamente en el sitio del Cuzco, del que tuvo que desistir segunda vez,no por la resistencia que le oponia la ciudad, sino por el miedo de seratacado por la fuerza de Valle. En este estado no le quedaba masalternativa que salir al encuentro de la columna auxiliadora, óretirarse: prefirió este último arbitrio, teniendo á su disposicion unejército de 17,000 hombres!

Se replegó hácia la provincia de Tinta, donde no tardó en alcanzarloValle al frente de 16,000 hombres. Le aguardó Tupac-Amaru con 10,000,que fueron arrollados en las inmediaciones de Tungasuca.

Hechoprisionero con toda su familia, fué llevado al Cuzco, donde expió de unmodo atroz el deseo de restablecer la dominacion de los Incas, ó masbien de sustraer á los indios de la baja é intolerable tirania de loscorregidores.

No por esto cesaron los males del Perú. Diego, y Andres, el uno hermano,y el otro sobrino de Tupac-Amaru, segundados por Julian Apasa, sucesorde Tomas Catari, continuaron hostilizando á las tropas y á los pueblos.Los sitios que pusieron á Puno, á Sorata y á la Paz, forman losepisodios mas interesantes de este drama. La última de estas ciudadessostuvo dos cercos, que duraron 109 dias, á pesar de hallarse la ciudadembestida por 12,000 indios, dueños de las avenidas, y de todas lasalturas que la dominan. En este teatro de desolacion brilló el génioactivo de D. Sebastian Segurola, sobre el cual gravitaba laresponsabilidad de conservar un numeroso vecindario, reducido á perecerde hambre, ó á entregarse al cuchillo de una horda feroz. Solo lafirmeza de este gefe pudo librarlo de tan grande infortunio.

Ni fué menos honrosa la conducta de Valle, Flores, y del mas esforzadode todos, Reseguin. Cuando pasó la frontera de Salta, se halló esteoficial en el centro de una gran insurreccion que devoraba la provinciade Chichas. Suipacha, Cotagaita, Tupiza, estaban en manos de losinsurgentes, que en esta última ciudad habian imitado el ejemplo deTupac-Amaru, ahorcando á su corregidor. Reseguin, con un puñado debravos, restablece el órden, escarmienta á los indios, y los pone en laimposibilidad de volverse á lanzar contra la autoridad pública. Sumarcha hasta el Cuzco fué una série continuada de combates y triunfos.Llegó en circunstancias que el sitio de Sorata habia tenido un horribledesenlace. Irritado Andres Tupac-Amaru de la obstinada resistencia quele hacian sus habitantes, á quienes amagaba con un ejército de 14,000hombres, recoge las aguas del cerro nevado de Tipuani, y cuando las viócrecer en el estanque que habia formado en un nivel superior á laciudad, rompe los diques, é inunda la poblacion, destruyendo de un modoirresistible todos sus medios de defensa.

Quedaba la Paz, cercada por segunda vez por la famosa

Bartolina

,muger, ó concubina de Catari. Valiéndose del arbitrio empleado contraSorata, los sitiadores hacen represas en el rio que pasa por la ciudad,y forman una inundacion que rompe sus puentes, y causa los mayoresestragos. Tal vez hubiera tenido que ceder su intrépido defensorSegurola, sino hubiese aparecido Reseguin, que venia á socorrerle con5,000 hombres, llenos de entusiasmo por un triunfo que acababan dereportar en Yaco.

Tantos trabajos habian postrado á este incansable oficial, que porprimera vez desde su salida de Montevideo, se veia forzado á interrumpirsus tareas. Aun no habia convalecido de una grave enfermedad que lehabia asaltado, cuando llega á la Paz la noticia de una fuerza queTupac-Catari organizaba en las Peñas. Débil, y extenuado por suspadecimientos, Reseguin halla en su alma vigor bastante para reanimarsus fuerzas abatidas. Empuña su espada, alcanza á los rebeldes, losderrota, y cual otro Mariscal de Sajonia en la batalla de Fontenoi,entra al pueblo de las Peñas, cargado en hombros de sus soldados.

Tan leal como valiente, respetaba las personas de los que se habianamparado del perdon ofrecido por el Virey de Lima. Pero un oidor deChile, que le acompañaba en calidad de consultor

, complicando á losindultados en el proceso que seguia de oficio contra Tupac-Catari, mandóprender á todos, é hizo destrozar vivo en la Paz á este caudillo.

De todas las cabezas principales de esta revolucion no quedaba mas queDiego Cristóval Tupac-Amaru, á quien estos rasgos de perfidia haciandesconfiar de las promesas de los españoles. Pero, arrastrado de sudestino, se dejó persuadir á entregarse voluntariamente al General Valleen su campamento de Sicuani; y no tardó en arrepentirse de estaconfianza. Vivia retirado y tranquilo en el seno de su familia, cuandose le asechó y prendió para someterle á un juicio, en que, por crímenesimaginarios, se le condenó á perecer barbaramente en un cadalso.

Areche, Medina y Mata-Linares, autores de tantas atrocidades, recibieronhonores y aplausos: pero el aspecto de las víctimas, sus últimoslamentos, sus miembros palpitantes, sus cuerpos destrozados por lafuerza de los tormentos, son recuerdos que no se borran tan facilmentede la memoria de los hombres;[5] y debe perpetuarlos la historia paraentregar estos nombres á la execracion de los siglos.

[Nota 5: Areche, que miraba la egecucion de Tupac-Amaru desde unaventana del Colegio de los ex-Jesuitas del Cuzco, cuando vió que loscaballos no podian despedazar el cuerpo de este desgraciado, mandó quele cortasen la cabeza: y á la muger de Tupac-Amaru la acabaron de matar"dándole patadas en el estómago."

¡Horrcaco referens!

]

Pocos ejemplos ofrecen los anales de las naciones de una carniceria tanespantosa. No solo se atormentó, y sacrificó á Tupac-Amaru, su muger, suhijo, sus hermanos, tios, cuñados, y confidentes, sino que se proscribióen masa á todo su parentezco, por mas remotos que fuesen los grados deconsanguineidad que los unian. Solo se perdonó la vida á un niño de onceaños, hijo de Tupac-Amaru, que despues de haber presenciado el supliciode sus padres y deudos, fué remitido á España, donde falleció pocodespues. Así es que debe tenerse por apócrifo el título de Quinto nietodel último Emperador del Perú,

que asumió

Juan Bautista Tupamaru

,para conseguir del Gobierno de Buenos Aires una pension vitalicia.[6]

[Nota 6: El título del folleto que este impostor publicó en Buenos Aires, es:

El dilatado cautiverio bajo el gobierno español de Juan

Bautista Tupamaru, quinto nieto del último Emperador del Perú.

Buenos-Aires, 2 de Setiembre de