Las Gavetas Sexuales by Jacobo Schifter - HTML preview

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II ANTECEDENTES

Costa Rica surge como país independiente en 1821 luego de formar parte del imperio español por cerca de tres siglos. Al momento de la conquista española, su población autóctona no sobrepasaba los 25.000 habitantes (Thiel,1977), siendo uno de los países con menos población indígena de Centroamérica. La mayor parte de la población actual está compuesta por descendientes de inmigrantes españoles y de indígenas que surgieron de la mezcla con los conquistadores.

Por varios siglos no existía tolerancia de cultos y la única religión permitida era la Católica. El país, durante los tres siglos de dominio español, se caracterizó por su pobreza y por su ausencia de mano de obra y recursos mineros, los dos factores que explicaron el pobre desarrollo económico durante ese período.

Durante el régimen colonial la economía descansó sobre una economía campesina con vínculos esporádicos con el mercado y que conoció pequeñas coyunturas comerciales con los cultivos del tabaco (Acuña, 1978) y del cacao (Roses, 1975), lográndose un vínculo permanente con el mercado mundial hasta mediados del siglo XIX con el cultivo del café (Hall, 1982) (Cardoso y Pérez, 1977). La economía cafetalera crea no sólo un factor de crecimiento económico, sino también de dependencia al quedar el país atado a los ciclos del mercado mundial. Sin embargo, la existencia de una frontera agrícola hasta la mitad de este siglo, permitió el surgimiento de una importante clase media y el establecimiento de una tradición democrática, que se ha visto interrumpida solamente durante dos períodos en el siglo actual. En 1948, después de uno de ellos, el país abolió el ejército.

A nivel social, Costa Rica fue tejiendo una sociedad en la cual la polarización nunca alcanzó los niveles que se observan en los países del Istmo; y a pesar de los procesos de inestabilidad política que se dan hasta la segunda década del presente siglo (guerra civil de 1948) (Schifter, 1986), estos tampoco alcanzan las proporciones que se presentan en Centroamérica, en donde sí fueron un elemento que propició el fortalecimiento de dictaduras militares (FLACSO, 1995).

Los procesos de reforma social iniciados por el gobierno de Calderón Guardia en la década de los cuarenta y su profundización y consolidación por la socialdemocracia jefeada por José Figueres Ferrer, consolidan un régimen de garantías sociales que colocan a Costa Rica a nivel de país del primer mundo, con una serie de índices como alfabetización, salud, electrificación y telefonía, entre otros. Esto ofrece una serie de ventajas que se reflejan en los procesos de industrialización en la década de los años sesentas y setentas.

Durante los años sesentas y setentas el país experimentó cierto desarrollo industrial como parte de una política de sustitución de importaciones, lo que provocò un mayor grado de urbanización. A la vez, una nueva ola de inmigrantes europeos cambiò la estructura de la población en una mayor mezcla étnica y de credos. Hoy día un 85% de la población se define como católica y el resto, protestante y de otras religiones.

EDUCACIÓN SEXUAL EN COSTA RICA

En Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública ha impulsado la educación sexual por medio del denominado "Proyecto de Educación en Población". Sin embargo, a pesar de la inversión realizada por el Fondo de Naciones Unidas para Actividades de Población y la UNESCO, para que el Ministerio en mención pudiera implementar el programa, siempre ha topado con el entrabamiento de la Iglesia Católica.

Los argumentos de la jerarquía Católica son que las guías tienen "irregularidades morales. La Iglesia exige cambios como incluir su visión de la sexualidad que se opone a las relaciones sexuales prematrimoniales, el aborto provocado, los métodos de planificación familiar y el uso del condón. También se pide que las guías sean impartidas, entre otros, por los profesores de religión.

Después de 11 años de trabajo en esta área (desde 1985) y después de las diversos obstáculos presentados por la Iglesia Católica -lo que contribuyó a acumular siete versiones diferentes de las guías de sexualidad-, éstas no constituyen un programa propiamente dicho. Las guías no son de uso obligatorio, sino que son materiales didácticos elaborados expresamente como auxiliares en el desarrollo de temas presentes en los programas de estudio. Aunque pueden ser de provecho para todos los docentes, sus contenidos se relacionan más con elementos programáticos de Orientación, Educación para el Hogar, Educación Religiosa y Ciencias (Valerio, 1994).

Esto significa, en otros términos, que en Costa Rica, hasta la fecha, no existe una materia obligatoria de educación sexual a nivel de secundaria, ya que impartirla depende del esfuerzo específico de cada colegio, institución o persona. Los que están de acuerdo en proveerla, argumentan que ésta disminuye los problemas a que se enfrentan los jóvenes. Los que están en contra, señalan que los programas los agravan o promueven. Según ellos, la educación sexual incentiva la práctica sexual.

Aunque los argumentos a favor y en contra son rígidos, las investigaciones realizadas al respecto señalan que la edad de inicio sexual no se adelanta, ni la intensidad de la práctica se intensifica, porque los jóvenes reciban educación sexual (Stycos, 1987) (Madrigal y Schifter, 1990). Se tiene evidencia, por el contrario, que no impartir la educación sexual incrementa la ignorancia y por ende, que la iniciación sexual empiece a edades más tempranas (Madrigal y Schifter, 1990).

SEXUALIDAD EN JÓVENES 1

La sexualidad de los costarricenses se manifiesta de diferentes maneras: el 42% de los nacimientos se da fuera de matrimonio; el 18% de éstos pertenece a madres menores de 20 años; el 45% de los embarazos no es deseado (Madrigal, et. al., 1992); la tasa de divorcios es del 20% anual; el 35% de las mujeres ha sido víctima de agresión física o psicológica por parte de su pareja; el 27% de la población universitaria ha sido víctima de abuso sexual infantil (Cover, 1995) y se producen anualmente, cerca de 5 mil abortos inducidos (Brenes, 1995).

Debe tomarse en consideración que estos datos solo constituyen síntomas o indicadores de los fenómenos presentes en la sociedad costarricense en el área de la sexualidad. El estudio de su origen es complejo y se puede enfocar de diferentes maneras. Y aunque éste no es el objetivo de este apartado, el documento aportará información valiosa que ayudará a comprender el por qué de estos fenómenos.

Sin embargo, es importante resumir algunos de los hallazgos anteriores de nuestros estudios acerca de la sexualidad en los jóvenes. Estos datos serían los que nos motivarían a continuar el estudio, ahora de manera cualitativa, sobre la cultura sexual.

Uno de ellos es el que se refiere a las fuentes de información sobre el sexo. Al respecto, sabemos por la Primera Encuesta Nacional Sobre SIDA, que para los varones jóvenes (15 a 24 años), la calle es la "escuela" donde llegan a aprender los temas relacionados con el sexo, mientras que para las mujeres, lo es la casa o el colegio. Concretamente, el 45% de los varones indica a la calle como la principal fuente de información sobre el sexo mientras que para el 34% de las mujeres jóvenes es la casa (34%). Una segunda fuente institucional de información es la escuela o el colegio (19% para los hombres; 26% para las mujeres) y en un tercer lugar, los libros, las revistas, los periódicos (7% para ellos y 10% para ellas) y los medios de comunicación (7% para ellos; 8% para ellas).

Aunque, como se afirmó anteriormente, en el país no existe una política definida en lo que se refiere a la educación sexual, el porcentaje de jóvenes que han recibido instrucción formal en temas como los órganos sexuales (90%), el nacimiento de los niños, las ETSs, el ciclo menstrual, los métodos anticonceptivos, el embarazo en adolescentes (70%) y el SIDA (55%), es alto. Sin embargo, también se sabe que los temas son impartidos tradicionalmente con un enfoque más biológico que psicológico, menos práctico y natural, es decir, no responden a las inquietudes de los jóvenes. Además, debido a los estereotipos culturales, los varones reciben más información sobre las ETSs y las mujeres, sobre el ciclo menstrual y el embarazo. Es decir, el mismo sistema está inmerso en una práctica que el proceso educativo debería evitar: el sexismo.

La institución en que los jóvenes han recibido más información sobre la sexualidad es el sistema de educación formal (escuela, colegio o universidad), en el que aproximadamente el 60% de los(as) jóvenes ha recibido clases, cursos o charlas sobre sexo, sexualidad o educación sexual. Otras fuentes institucionales menos importantes son la Iglesia Católica y el Ministerio de Salud, las que presentan porcentajes que varían entre el 13% y el 25% para ambos sexos.

A pesar de lo anterior, los(as) jóvenes también desconocen aspectos básicos de la sexualidad. Por ejemplo, aproximadamente el 40% duda o no sabe si con la primera regla una muchacha ya puede tener hijos y solo el 30% conoce cuándo es más probable que la mujer pueda quedar embarazada. Además, existen mitos: aproximadamente el 55% de los jóvenes de ambos sexos cree que la masturbación es dañina y un porcentaje levemente menor, que existen vacunas para prevenir las ETSs. Otro mito difundido, principalmente en los varones, es que existen sustancias especiales para "enloquecer de amor" al hombre o a la mujer (49% de ellos y 29% de ellas opina así). Por ello, no es de extrañar que, como lo demuestra el mismo estudio, los jóvenes que creen más en los mitos, tienen su primera experiencia sexual a una edad más temprana.

En lo que respecta a la comunicación sexual, se sabe que los varones hablan principalmente con sus amigos o compañeros (64%) y en un grado menor con sus progenitores (7% aproximadamente). La mujer se comunica principalmente con la madre (29%), el esposo (27%) y amigas o compañeras (23%). Un análisis más minucioso sobre los temas que hablan con el padre, la madre y sus amigos(as) indica que el nivel de intimidad de los hombres con su padre es bajo (menor al 35%) y aún menor del que tienen con la madre. En las mujeres, la comunicación con el padre es baja (porcentajes menores al 20%) y un 52% menos de la que tienen con la madre.

A pesar de que los hombres y las mujeres jóvenes se comunican más con la madre que con el padre, el nivel de comunicación es de todos modos bajo. El grado de comunicación que tienen los hombres jóvenes con sus amigos es un 64% mayor del que tienen con sus padres.

Riesgo de infección con el VIH por la vía sexual2

El riesgo de infección con el VIH por la vía sexual en los jóvenes se presenta desde su primera experiencia sexual. Sabemos que los hombres inician su primera relación sexual a una edad promedio de 16 años y que un 15% lo ha hecho antes de los 14 años. Esta primera experiencia la tienen con una mujer que es, en promedio, 5 años mayor y quien, en la mayoría de los casos, es amiga, conocida, amistad o novia. Las mujeres, por su parte, tienen su primera relación sexual a los 19 años, con un compañero que es 5 o 6 años mayor y que generalmente es el novio, compañero o esposo.

Durante la primera relación sexual, el 13% de los hombres y el 18% de las mujeres, usaron algún anticonceptivo. Pero en materia de SIDA, el uso del preservativo no es alentador, ya que la probabilidad de que lo usen en la primera relación sexual, para evitar el contagio con una ETS, es prácticamente nula.

En lo que a SIDA se refiere, se puede decir que la población en general tiene buenos conocimientos. No obstante, los(as) jóvenes están más desinformados que los adultos. Prueba de ello es que poco menos de la mitad de los varones desconoce que una persona puede tener el virus por más de 5 años sin enfermarse; que el 25% afirma que una persona que tiene el SIDA puede curarse y que un porcentaje similar desconoce que una persona puede tener el virus del SIDA sin tener síntomas de la enfermedad. En las mujeres jóvenes, estos porcentajes son mayores. Las lagunas de información se corroboran también al saber que el 74% de las jóvenes de 15 a 19 años no sabe que la masturbación mutua es parte del sexo seguro (54% para varones) y que el 44% de ellas no sabe que el preservativo sirve para evitar el contagio con el VIH (12% para varones).

Por otra parte, se obtiene que en los hombres y las mujeres sexualmente activos de la población costarricense, solo el 25% y el 16%, respectivamente, usa el condón. En este grupo, las que menos lo usan son las mujeres más jóvenes, quienes lo utilizan tres veces menos que los varones de su misma edad. Además, la mitad de los jóvenes que lo usan está disconforme con el preservativo y preferirían usar otro método de planificación familiar.

Como se puede deducir, la prevención del SIDA en las edades jóvenes es una necesidad. Los análisis realizados en la investigación con respecto al riesgo de contagio indican que el bajo uso del condón hace que, en el transcurso de un mes, el 27% de los varones de 20 a 24 años y el 17% de las mujeres en esas mismas edades se sometan a un alto riesgo de infección con el VIH.

LAS COMUNIDADES DE ESTUDIO 3

Como se indicò anteriormente, el estudio del impacto de la cultura sexual en los(as) jóvenes y su relación con el VIH se realizó en dos comunidades diferentes. Esto significa que las dos comunidades a escoger tenían que ser diferentes en aspectos relacionados con el nivel socioeconómico, ambiente social, familiar y de salud, estructura productiva, recursos comunitarios (por ejemplo, escuelas, iglesias, centros de diversión) y, por supuesto, vida sexual de los(as) jóvenes.

Después de considerar diversas posibilidades, se decidió escoger la comunidad de Villa del Sol, ubicada en la parte central del país y Villa del Mar, una comunidad portuaria.

Debe tenerse presente que ambas comunidades poseen características muy diferentes con respecto a los factores mencionados anteriormente. No obstante, existe una insuficiencia importante de información para compararlas, ya que desde 1984 no se realiza un censo de población y vivienda en Costa Rica. Además, los registros de nacimientos y defunciones no detallan la información a nivel comunitario y cuando se recolecta la información, ésta no es comparable. Este es el caso del Ministerio de Salud, ya que sus establecimientos realizan diagnósticos a nivel comunitario, pero los intereses de información para la toma de decisiones entre los centros de salud son diferentes y, por lo tanto, no se puede comparar todos los datos.

Se sabe que Villa del Sol posee una extensión de aproximada de 5 Km y con una población estimada para 1993 de 8,000 habitantes. Por su parte, Villa del Mar, aunque no disponemos de su extensión, podríamos conjeturar que es similar a la de Villa del Sol y sabemos que para 1994 tenía 14,200 habitantes.

En Villa del Sol se sabe que el 20% de su población se dedica a la artesanía e industria artesanal, el 19% a la ganadería, el 17% a los servicios, el 10% al comercio y la venta, el 9% son profesionales y el 8% son empleados del estado o empresas autónomas. Otros, en menores proporciones se dedican al transporte, la gerencia, la administración y otros. Por ser una comunidad inmersa en la actividad productiva de la capital, debido a su fácil acceso, se puede deducir que existe una estructura productiva diversa. En cambio, y aunque no se posee información cuantitativa, la estructura de Villa del Mar es más concentrada o existen menos opciones, pues prevalecen las actividades agropecuarias, la pesca, el comercio, el turismo y otras actividades relacionadas con el mar. Con respecto al comercio, prevalece en forma de pequeñas empresas, tales como pulperías, tiendas de ropa y cantinas.

Aunque se sospecha que la población desocupada en Villa del Sol es baja, debido a la variedad de actividades productivas existentes, en Villa del Mar el 46% de la población económicamente activa no tiene trabajo. Esto fomenta un ambiente social difícil.

Villa del Mar puede clasificarse como una zona marginal, de bajo nivel socioeconómico y Villa del Sol, de nivel medio. Es probable que el origen de ambas comunidades explique este fenómeno. Villa del Mar surge, después de 1960, como producto de la necesidad de desplazar población y servicios de sectores aledaños. La saturación urbana ocasiona una emigración (léase expulsión) para formar la comunidad. La historia de Villa del Sol es diferente, pues desde hace décadas la ganadería, la artesanía y la industria han servido como focos de atracción de población.

En el área de la salud, la información suministrada por el personal de los centros de atención de las respectivas comunidades indica que en Villa del Mar, a diferencia de Villa del Sol, existen epidemias que se asocian con la pobreza y la falta de higiene. La deficiencia sanitaria de la zona y el hecho de que no se cuenta con una red de desagüe en períodos lluviosos, hace que sus condiciones sanitarias sean deficientes.

Aunque no se posee información comparable sobre los aspectos relacionados con la alfabetización, se puede observar que en ambas comunidades los niveles de primaria son bastante frecuentados por los(as) niños(as). No obstante, se sospecha que existe una diferencia con respecto a la educación secundaria y universitaria, ya que en Villa del Mar, diversos informantes, líderes de la comunidad, indican que existe una población importante de jóvenes que no asiste al colegio, debido al bajo ingreso económico de los hogares, la desintegración familiar y a las Apatologías sociales (drogas, prostitución, alcoholismo). En Villa del Sol, en cambio, aunque sabemos que no todos los jóvenes asisten a la educación secundaria, el porcentaje se perfila como sustancialmente mayor.

La composición de las familias es diferente. En Villa del Sol, se observa que prevalece la familia nuclear: padre, madre e hijos(as). Aunque no en todos, la mayoría de los hogares visitados eran de familias enteras. Villa del Mar, en este aspecto, presenta características diferentes. Una trabajadora social escribe en su informe que en esta zona, por cada siete jefes de hogar, hay tres femeninos. La ausencia de los padres es evidente en la mayoría de los hogares entrevistados. Además, si tomamos en consideración que una gran parte de los compañeros se ausenta durante largos períodos para trabajar en la pesca, el número de mujeres que de facto son jefas de familia es mucho mayor.

Otro aspecto que resulta de interés mencionar es la práctica religiosa. Por observación se puede deducir que Villa del Sol es una comunidad predominantemente católica. De hecho, existen 12 templos católicos. No obstante, también hay 9 iglesias evangélicas y 1 bautista. En Villa del Mar, el panorama es algo diferente: prevalecen las iglesias evangélicas (15) y las bautistas (6), siendo las católicas las menos (5). Aunque el número de iglesias no es un indicador totalmente confiable con respecto a la práctica religiosa de sus habitantes, sí es posible deducir que las corrientes fundamentalistas se manifiestan en mayor magnitud en la primera que en la segunda.

La vida en las comunidades

Villa del Sol, con respecto a su urbanización, presenta contrastes, pues existe una urbanización creciente, acompañada de una gran cantidad de área rural. El comercio es una actividad muy importante, principalmente en el Centro, donde existen grandes cantidades de pulperías (48), supermercados, mini mercados y abastecedores (30), ferreterías, ebanisterías y talleres mecánicos (96), restaurantes y sodas (45), verdulerías, fruterías, floristerías y viveros (22), carnicerías y granjas (17), fábricas (17), licorerías (14), panaderías (10) y salas de belleza (16), entre otros. Esto hace que el comercio involucre a miles de personas.

Villa del Mar es diferente y su marginalidad es evidente. Con respecto a la urbanización, se observan algunas carreteras asfaltadas y otras solamente lastreadas o de tierra. El comercio es de un nivel bastante inferior al de Villa del Sol. Los números hablan por sí solos: 21 pulperías, 2 abastecedores, 3 tiendas, 1 taller, 6 restaurantes, 1 carnicería y 1 fábrica. No existen salas de belleza, panaderías, licoreras, artesanías ni cerámicas.

Otro aspecto que refleja los recursos comunitarios es el tipo de construcción de las casas. En Villa del Mar, las casas son principalmente de madera, muchas de ellas viejas y pobres. En algunos sectores de la comunidad existen casas de ladrillo, en su mayoría subvencionadas por el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo. Sin embargo, una mayoría se encuentra en estado regular o malo debido a que sus ocupantes no tienen el dinero suficiente para mantenerlas o ampliarlas. Por este motivo, existen grandes familias viviendo en casas sumamente pequeñas, con mucho hacinamiento. En el Centro de Villa del Sol la mayoría de las viviendas son de ladrillo y en buen estado, aunque en algunos sectores las casas se encuentran en estado de deterioro y algunas son de madera.

En Villa del Mar, las personas son abiertas con la gente extraña. Es fácil iniciar una conversación y ser invitado a sus hogares. En vista de que es una comunidad que se encuentra en el litoral, la gente viste de una manera muy ligera y se nota que los cuerpos se exhiben con menos inhibiciones. Las mujeres usan principalmente camisetas de tirantes bastante escotadas, con pantalones o pantalonetas cortas y en su mayoría, sandalias. Los hombres visten con una pantaloneta o pantalón corto, con el torso y las piernas al descubierto. Gran parte de los niños y las niñas andan des calzo s (as), aunque con los mismos patrones en su forma de vestir.

En Villa del Sol, las personas son reservadas y desconfiadas con los extraños. No les gusta invitar a desconocidos a sus hogares y para quien no es de la comunidad, es difícil establecer comunicación. Son personas religiosas, predominantemente católicas. Este patrón está muy arraigado en los(as) jóvenes. Una de sus principales formas de diversión es unirse a alguna pastoral juvenil o pertenecer al escultismo. La actitud más conservadora se nota también en la forma de vestir, ya que utilizan ropas más formales, inclusive los(as) jóvenes. A pesar de que es una zona también calurosa, los cuerpos están bastante cubiertos.

Las actividades de esta comunidad giran en torno a su Iglesia, la que da mucho énfasis a las fiestas patronales. Se puede decir que es una comunidad en donde la religión católica, por medio de su sacerdote, dicta las pautas de vida y se nota que las personas están dispuestas a aceptarlo para evitar la censura social.

En Villa del Mar son evidentes los problemas de drogadicción y de alcoholismo, además de los sanitarios. También existe mucho robo y violencia familiar. Existe consenso en los líderes de la comunidad de que el problema del desempleo es grave y que la comunidad está invadida por el alcohol y la droga, principalmente el crack.

Los informes suministrados por el personal de los centros de salud, permiten establecer que aproximadamente, el 18% de la población de Villa del Sol está constituida por jóvenes de 10 a 19 años de ambos sexos. En Villa del Mar constituyen el 24% de la población. Esto significa que, demográficamente, la estructura de la población de Villa del Mar es más joven que la de Villa del Sol.

En la vida diaria de Villa del Mar se observan grupos de hombres y de mujeres segregados, patrón que también se repite en los niños y en las niñas. En la playa, existe un poco más de integración. Se nota bastante agresión, principalmente en los grupos de hombres, donde reina la burla. Los grupos de mujeres no son tan numerosos como los de hombres, dado que, según explicaron algunas de ellas, "es muy difícil tener comunicación entre las amigas debido a que generalmente se trata de serruchar el piso a alguna, y más cuando hay un hombre de por medio". En Villa del Sol se observan más grupos mixtos, aunque sin estar exentos de los problemas de comunicación que padecen los(as) jóvenes de Villa del Mar.

En lo que se refiere a los lugares para divertirse, las plazas aledañas a la comunidad o la playa son los preferidos en Villa del Mar. Los fines de semana (viernes, sábado y domingo), se puede encontrar a los jóvenes en la playa durante el día y en alguna de las discotecas del Centro en la noche. En Villa del Sol, por su cercanía al centro de la ciudad, los párvulos tienen más opciones de diversión, aunque se puede encontrar un buen número de ellos en las dos discotecas de la comunidad.

En aspectos relacionados con la reproducción, no se posee mucha cantidad de información comparable. No obstante, los registros de nacimientos indican que en Villa del Mar el embarazo en jóvenes es mayor que en Villa del Sol. El 27% y el 18% de los nacimientos en Villa del Mar y en Villa del Sol, respectivamente, provienen de mujeres menores de 20 años. Cabe resaltar que mientras en Villa del Sol el nivel es similar al observado en el país, en Villa del Mar es sustancialmente mayor. En las diferentes visitas realizadas a Villa del Mar se pudo constatar de niñas de corta edad en estado de embarazo o con un niño(a) en sus brazos. Y aunque existan también casos en Villa del Sol hay menos evidencia visual.

Otro contraste entre ambas comunidades es la unión temprana (de hecho o por ley) a causa del embarazo. En Villa del Mar las parejas que viven juntas o que se han casado, son de muy corta edad. En Villa del Sol es más difícil observar parejas de personas tan jóvenes que ya vivan juntos o que se hayan casado.

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1 Los datos de este apartado fueron tomados, en su mayoría, de la Primera Encuesta Nacional sobre SIDA: Informe de resultados, realizada por Johnny Madrigal y Jacobo Schiñer.

2 Los datos de este apartado fueron tomados, en su mayoría, de la Primera Encuesta Nacional sobre SIDA: Informe de resultados, realizada por Johnny Madrigal y Jacob o Schifter.

3 Debido a que no revelamos los verdaderos nombres de las comunidades estudiadas, decidimos no incluir la bibliografía consultada al respecto para evitar que éstas sean identificadas.