Y aquí un sobre que contienebilletes. A ver, ¿qué dice aquí?
( Lee el sobre. ) «Dinerodel Cielo.»
DON RAFAEL. ( Aparte. ) ¡Ahora es ella!585
DON PEDRO. Tanto dinero me pone en gran confusión.
FILOMENA. Y a mí.
DON RAFAEL. A mí no. Dios ha favorecido a la niñaen sus negocios.
DON PEDRO. La legítima ganancia no puede ser tan590grande.
FILOMENA. No nos hará creer don Rafael que Diosmultiplica los billetes de Banco.
DON RAFAEL. ¿No multiplicó los panes y los peces?
DON
PEDRO.
Amigo
mío,
no
estamos
en
los
tiempos595bíblicos.
DON RAFAEL. En los tiempos bíblicos y en todos lostiempos, Dios hace lo que le da la gana.
FILOMENA. Y este dinero bajado del Cielo, ¿qué significa?Yo no lo entiendo.600
DON PEDRO. Queridísimo Cura, ¿no comprende ustedque hay
misterio?
DON RAFAEL. Misterio habrá. Pero mi fe religiosa meha enseñado a creer lo que no entiendo. Creo en María.
FILOMENA. ( A Don Pedro. ) Sigue... A ver si los605papeles nos aclaran el enigma.
DON PEDRO. ( Pone la cestilla donde estaba. Sacapapeles. ) Cuentas... facturas...
FILOMENA. Lee.
DON PEDRO. ( Leyendo. ) «Letras pagadas por610León... Saldo con León...»
FILOMENA. ¿Y esto, don Rafael?... ¿Qué dice deesta ingerencia del carbonero en los asuntos de mi hija?
DON
RAFAEL.
( Imperturbable,
paseándose. )
Creo
enMariucha.615
DON PEDRO. ( Examinando otro papel. ) Una cuentade sus gastos... ( Lee. ) «Caja de puros Henry Clay para papá... la pensión de los niños... ( Alzando lavoz. ) Pagado a León...»
FILOMENA. ( Que también ha examinado papeles. ) Y620aquí:
«Cobrado de León...» Esto ya es demasiado.
DON PEDRO. ( Repitiendo. ) ¡Debido a León... entregadoa León... recibido de León!... ¡Pero esto esuna cueva de leones!
( Se levanta indignado. )
FILOMENA. ( Con disgusto. ) Déjalo ya... tapa...625cierra.
DON PEDRO. ( A Don Rafael. ) ¿Qué significa la repeticiónde este maldito nombre en todos los apuntes, entodas las cuentas?
DON RAFAEL. No sé... Con leones y sin leones, creo630en Mariucha; creo en la que ha sido y es imagen de laProvidencia, mensajera de los consuelos que Dios envíaa una desgraciada familia...
FILOMENA. ¡Oh, quién pudiera creer...! ( Óyense lasvoces de Corral y Bravo dentro. )635
DON PEDRO. ¡Si esa fe se nos pudiera comunicar!...¡Ah! ¿Qué voces son esas?
ESCENA IX
DON PEDRO, FILOMENA, DON RAFAEL, CORRAL, BRAVO.
CORRAL. ( En la puerta, ambos con grandes aspavientosde alegría, descubriéndose. ) ¡Vivan los señores Marquesesde Alto-Rey!640
BRAVO. ¡Vivan...!
CORRAL. ¡Viva el muy ilustre caballero, la nobilísimadama y la elegantísima señorita, el elegantísimo ángel...!( Notando la ausencia de María. ) ¿Pero no está elángel...?645
BRAVO. ¡Vivan todos, vivaaaan!
DON PEDRO. ( En gran confusión. ) ¿Pero qué esesto?... ¿Por qué tanto júbilo?...
DON RAFAEL. ¿Os ha picado la tarántula? ( DonRafael lleva aparte a Bravo para interrogarle. )650
FILOMENA. ( Muy impaciente. ) Explíquenos, Corral...
DON RAFAEL. ( Aparte a Bravo, oída su explicación. )¿Pero es verdad?
BRAVO. He visto los telegramas...
DON RAFAEL. ¡Dios nos asista! Esta gente se va a655volver loca.
CORRAL. ( A los Marqueses. ) No les doy la noticiasino a cambio de una promesa.
DON PEDRO. ( Vivamente. ) Sí, sí... por prometido,por prometido.660
CORRAL. Promesa, seguridad quiero de que han deinfluir en el ánimo del ángel de la casa... para que...
DON PEDRO. Bueno, bueno... se hará... Diga...
ESCENA X
Los mismos; el ALCALDE, MARÍA, CIRILA, que entranpor la izquierda.
ALCALDE. ¿Qué...? ¿Se me han anticipado estoslocos?665
DON PEDRO. ( Abrasado de impaciencia. ) Alcalde,¿qué hay?
ALCALDE. Que me debe usted una merienda en elcampo. He ganado la apuesta.
DON PEDRO. ¡Ah! ( Quédase con la palabra atravesada 670 en la garganta. )
FILOMENA. ( A María. ) ¿Hija... qué?
MARÍA. ( Sin mostrar alegría, pero sin afectación depena. ) Queridos padres, vuestras esperanzas son realidad.675Mi... ( Iba a decir «mi hermano:» se corrige. )Vuestro hijo será antes de una semana... el esposo deTeodolinda.
DON PEDRO. ¡Jesús!... ¡Oh!... ( Quiere hablar y nopuede.
Queda como paralizado. )
ALCALDE. La noticia es de las que al modo de
centella680pueden herir. Por esto Cesáreo se sirve de mícomo pararrayos. Vean los telegramas. Son de ayer:han venido con retraso. ( Les alarga los telegramas.Filomena los arrebata. ) FILOMENA. Déme...685
DON PEDRO. No, no... mentira... no creo... ( Esacometido de una violenta perturbación nerviosa. )
FILOMENA.
( Leyendo
trémula,
la
voz
cortada. )
«Casamiento...lunes
próximo...
Teodolinda...
abraza
a
suspadres... amorosa hija...»690
DON PEDRO. ( Alelado. ) No creo... no creo...Millones de pesos... diez... Falso, falso... no existen...fantasía números...
ilusión... mentira...
FILOMENA. ( Mostrando los telegramas. ) Pero, hijo,mira...695
DON PEDRO. ( Tiemblan sus manos; su mirada divaga.Cae en el sillón. Acude María a su lado. ) Tele... telegramasmentira... de la elec... elec... tricidad. ( Compungido,con amago de parálisis. ) Quieren vol... volvermeloco. Quieren ma... ma... tarme.700
MARÍA. Cree, papá, y alégrate.
DON PEDRO. ( Abrazando a su esposa con infantilternura. )
¡Filomena!
FILOMENA. Tanto padecer ha tenido al fin su término.
DON PEDRO. ( Abrazando a su hija. ) ¡Hija del alma,705ángel del Cielo...!
MARÍA. ( En brazos de su padre. ) Ya eres feliz, papaítoquerido. ( Entra Cirila con un vaso de agua. ) DON PEDRO. ( Levántase y acude a ellos. ) Don Rafael,Alcalde, Corral, Juez... ¿Pero es verdad?710
DON RAFAEL. Sí: creo en María... ( Corrigiéndose. )Creo en Cesáreo... ( Se aparta con Bravo. )
ALCALDE. Dios no abandona a los buenos.
MARÍA. ( Ofreciéndole el vaso de agua. ) Bebe unpoquito de agua, y serénate. ( Continúan María y su 715 madre animándole con cariñosas expresiones. Formangrupo junto a una de las rejas del fondo. )
DON RAFAEL. ( Con Bravo a la izquierda. ) Con esteinaudito casorio, que no sé si es obra de Dios o del mismodiablo, tendremos al don Cesáreo de perpetuo cacicón,720o feudal amo de todo este territorio. ( Se agregan elAlcalde y Corral. ) BRAVO. Sátrapa y mandón de Agramante para inæternum.
CORRAL. Ayer fueron inscritas en el Registro las725Albercas.
ALCALDE. Y las pertenencias más ricas de Somonteson suyas.
DON RAFAEL. Y el aire, y el sol, y la luna... y nuestrarespiración, y hasta las pulgas que nos pican.
( Incomodado 730 se aleja del grupo. )
DON PEDRO. ( Que ha leído con infantil risa los telegramas. )Bien claro está. ( Lee. ) Saldré... recogerfamilia...
MARÍA. Pero no dice cuándo.735
FILOMENA. Será hoy, mañana...
DON PEDRO. Naturalmente, iremos a la boda... Yacreo, ya creo. ( Su crisis nerviosa se resuelve subitamenteen una inquietud o desvarío mecánico. Recorre la escenacon paso inseguro; después en actitud gallarda y altanera. )740
MARÍA. ( Siguiéndole. ) Papá, ten calma...
DON
PEDRO.
( A
Filomena,
que
también
le
sigue. )Inmediatamente, dispón los equipajes...
FILOMENA. Recogeremos todo. Puede llegar Cesáreode un momento a otro...745
DON PEDRO. ¡Adiós, maldito Agramante; adiós,triste
destierro...!
MARÍA. Papá, no maldigas esta tierra de nuestrodescanso.
ALCALDE. Lo que es alegría para ustedes es pesar750para nosotros. Se van. ( Don Pedro, María, Corral,Bravo forman grupo a la izquierda hablando de si se van ono pronto.
Filomena pasa a la derecha, donde está donRafael meditabundo. )
FILOMENA. Ahora, mi venerable amigo, me toca a mí755estar alegre, en premio de la alegría que di a los pobrecitosenfermos, a quienes usted socorrió con mis ahorrillos...
DON
RAFAEL.
¡Mucho,
mucho!...
Pues
se
pusieroncontentísimos, y se arreglaron, vivieron...
FILOMENA. ¿Y eran enfermos graves...?760
DON RAFAEL. Gravísimos, amiga mía... Socorrí auna familia en la cual estaban todos... o casi todos,locos perdidos.
FILOMENA. ¿Furiosos?
DON RAFAEL. Así, así... Eran más bien pacíficos.765
FILOMENA. Pues ahora, en acción de gracias, el primerdinero que caiga en mis manos será para...
DON RAFAEL. ( Con gracejo irónico. ) Otro mantitopara la Virgen...
FILOMENA. Y que será espléndido.770
DON RAFAEL. ¡Oh, sí: mucho, mucho! Mantobordado de perlas y esmeraldas con una orla en que serepita esta dulce leyenda: Creo en María. ( Filomenacruza las manos con emoción beatífica. Siguen hablando.Don Pedro continúa rodeado de todos en el otro grupo, 775 rebosando satisfacción. ) CORRAL. Ahora, señor Marqués, como si lo viera,me le hacen a usted Embajador.
DON PEDRO. ( Vanidoso, sin perder su dignidad. ) Nodiré que no. Quizás lo aceptaría por complacer al Gobierno,780y porque me conviene tomar las aguas de Carlsbad.( A María. ) Y a ti te probarán muy bien las deCharlottenbrunn, en Silesia.
MARÍA. ¿A mí? ¡Si estoy reventando de salud!( Apartada de todos los grupos, se sienta junto a una de 785 las rejas. Su actitud es de inquietud y melancolía. )
DON PEDRO. Y para ti, Filomena, están indicadas lasde Teplitz, en Bohemia.
FILOMENA. No hagas proyectos, hijo, que ya es horade sentar la cabeza.790
DON RAFAEL. ¿Y qué falta le hacen a usted embajadas,don Pedro?
DON PEDRO. En todo caso, alguna de las que no
danquebraderos de cabeza y son puestos de pura etiqueta:por ejemplo, la de San Petersburgo.795
CORRAL. Vale más que le hagan a usted embajadoren Agramante.
ALCALDE. En este territorio, sí, donde ha de tenerCesáreo tanta propiedad...
DON PEDRO. Ya puede mi hijo ir pensando en mejorar800los cultivos. Yo tengo pasión por la agricultura.( Jactancioso. ) DON RAFAEL. ¡Mucho, mucho! ( Explicando donPedro sus planes agrícolas van pasando al centro. Maríay Corral quedan a la izquierda. )805
CORRAL. ( Aparte a María. ) Por última vez,Mariquita...
MARÍA. ¡Por última vez! Ya respiro.
CORRAL. Allá va mi... ultimatum...
MARÍA. ( Con fingida benevolencia. ) ¡Ah! don Faustino.810Mis padres pican ahora muy alto. Y si va papá,como parece probable, a la embajada de San Petersburgo,de fijo querrán casarme con un príncipe ruso.
CORRAL. ¿Es burla?... ¡Ah, ingrata, ingrata!
DON PEDRO. María. ( Acude María al grupo del centro. )815
CORRAL. ( Aparte, despechado. ) ¡Bromitas a mí! Yaverá mi ángel las que yo gasto... ( Caviloso, pasa a laderecha. ) DON PEDRO. Ya podéis ir preparando la merienda...
FILOMENA. De eso me encargo yo. ¿Cuántos...?820( Don Pedro, María, Filomena y el Alcalde quedan a laizquierda ocupándose de la merienda. Pasan a la derechaCorral, Bravo y don Rafael. )
BRAVO. ( A Corral. ) Dése usted por muerto, Faustino.
DON RAFAEL. Tu papel ya no es cotizable.825
BRAVO. ( Zumbón. ) Han bajado horrorosamente losbrillantes...
Y yo pregunto: ¿continuará en alza elcarbón?
DON
RAFAEL.
( Indignado. )
¿Qué
decís
ahí,
farsantes,envidiosos? ( Indignado, se retira. )830
BRAVO. ( Solo con Corral. ) Don Cesáreo se encargaráde dar un corte a esta ignominia... Sólo que... me temoque llegue tarde.
CORRAL. Para que llegue a tiempo, estoy yo aquí,que madrugo... Ya estoy pensando el telegrama que835voy a poner...
esta misma tarde.
DON PEDRO. ( Contestando a Filomena. ) No, no...no me conformo con invitar a los presentes.
MARÍA. ¿Pues a quién...?
DON PEDRO. Convido a todo el Ayuntamiento, a
los840Juzgados de primera instancia y municipal, a la oficialidadde la zona, a la Guardia civil, a los maestros de lasescuelas públicas, al clero parroquial...
FILOMENA. ¡Hijo, por Dios...!
DON RAFAEL. Déjele usted. Dios a todo proveerá.845( Óyese rumor lejano de alegría popular: voces, guitarras,panderetas. ) Ya comienza el festejo.
DON PEDRO. Alegría del pueblo, eres mi alegría.
ESCENA XI
Los mismos; VICENTA, SEÑORA y SEÑORITAS DE GONZÁLEZ.
Lascuatro con mantón de Manila y claveles en el pelo. Una de lasseñoritas trae un manojo de claveles, y Vicenta un mantón encaja o pañuelo.
VICENTA. A dar a todos mi enhorabuena y a llevarnosa María.850
SEÑORA
DE
GONZÁLEZ.
Señora
Marquesa,
reciba
ustednuestros plácemes.
SEÑORITA 1ª. Señor Marqués, nos alegramos infinito.
DON PEDRO. Gracias, mil gracias, señora yseñoritas...855
VICENTA. ( Mostrando el mantón a María. ) Parausted traigo éste, que será de su gusto.
MARÍA. ¡Oh, sí... está muy bien! ( Lo desdobla. )
SEÑORITA 2ª. A ver, a ver. ( Se lo pone. ) ¡Oh, québien!860
FILOMENA. ¡Admirable! ( Todos aprueban. Suenanmás cerca los cantos y músicas populares. )
DON PEDRO. ¡Oh... todo es júbilo!
SEÑORITA 1ª. ( A María. ) Ahora los claveles. ( Conademán de ponérselos. María se sienta. )865
MARÍA. ( Dejándose adornar. ) Ponédmelos a vuestrogusto.
BRAVO. ( Aparte a Corral, señalándole a María. )¡Vea usted qué preciosidad!
CORRAL.
( Torciendo
el
rostro. )
No
la
miro;
no
quiero870mirarla. Se me va la vista; me da el vértigo. ( Pasanpor el foro animados grupos de mozas del pueblo, conmantón de Manila, tocando panderetas; muchachos conguitarras y bandurrias. Marchan al son de un pasacalle. )
( Para ver la muchedumbre alegre, acuden a las rejas 875 todos menos María, que permanece a la derecha en actitudsilenciosa y triste. Don Rafael a ella se aproxima. )
DON RAFAEL. ( A María. ) Hija mía, veo que no estáusted alegre, y aquí vengo yo.
MARÍA. ( Consternada. ) Lo que a mis buenos padres880tanto regocija, a mí me anonada.
DON RAFAEL. Pero usted es un corazón fuerte, yafrontará valerosa las desventuras que la esperan.
MARÍA. ( Muy afligida. ) ¿Y cree usted que podré...?
DON RAFAEL. Lo veo muy difícil. A los fuertes se885debe la verdad. Lo creo imposible.
MARÍA. ¡Desdicha inmensa si usted me abandona!
DON RAFAEL. Yo, no. ¡Creo en Mariucha!
MARÍA. Pues prométame hacer lo que yo le diga...Usted me ha dado
la
mayor
prueba
de
estimación
y890confianza
entregándome, para ayudarme a sostener a lafamilia, el dinero del Cielo.
DON RAFAEL. Era lo más cristiano.
MARÍA. Dígame: ¿pasado mañana habrá tambiénfiesta?895
DON RAFAEL. Ya lo creo: será el gran día. Tieneusted que venir con mis sobrinitas a la alborada, ydespués...
MARÍA. Pues pasado mañana...
DON RAFAEL. ¿Qué tengo que hacer?900
MARÍA. Bien poca cosa: no separarse de mí, ir siemprea mi lado. ( Permanece meditabunda y llorosa. )
DON RAFAEL. ¿Y no es más que eso? Iré con usted,a donde quiera.
DON PEDRO. ( Que se aparta de la reja, con los demás, 905 visto ya el paso de la multitud alegre. ) Mariucha, ¿perono has visto...? ( La observa llorosa. ) Hija mía, ¿lloras?
MARÍA. ( Secándose las lágrimas. ) No, no, papaíto,es que...
DON RAFAEL. Lloraba de gozo.910
DON PEDRO. Vamos, ven, y confundamos nuestrogozo con la alegría popular.
FILOMENA. Alegre está todo: el Cielo, la villa, elpueblo.
MARÍA.
( Rehaciéndose,
con
potente
esfuerzo,
hace
rápida 915 transición de la tristeza al contento: su pecho se ensancha,sus ojos resplandecen. ) Y yo, también. ( Conefusión de su alma cogiendo el brazo de don Rafael. ) Yotambién soy pueblo... porque soy pobre.
DON PEDRO. ( Un poco sorprendido de la frase. ) ¿Qué,920qué?
MARÍA. Llevadme a la fiesta, al campo, al sol... alsol, que es la pompa de los humildes.
ACTO CUARTO
Explanada de la Ermita del Cristo, a la subida del monte.—
Alfondo, entre follaje, la ermita. Junto a ella una escalerilla talladaen la roca, que da paso al monte, cuya espesura se extiende enplano ascendente por todo el foro.—A la izquierda, arbustos porentre los cuales se abre un sendero que conduce a la Villa. Éstase supone que está muy cerca, y a un nivel más bajo que la escena.—Ala derecha, muro ruinoso con portalada sin puerta. Deaquí parte un sendero, que se supone conduce al ferial, al Santuariode las Mieses, a la Estación del ferrocarril y a puntos lejanosde la Villa.—En el centro, un castaño corpulento que cubrecon sus ramas toda la escena. Junto al tronco, un banco demampostería, musgoso. Es de día.
ESCENA PRIMERA
LEÓN, que entra por la izquierda.
LEÓN. Ermita del Cristo: es ésta... Árbol corpulento.( Lo señala. ) Y yo aquí. ( Dudando. Saca confebril presteza una carta. ) Lo he leído cien veces, y aúnme asaltan dudas. ( Lee. )
«En la ermita... al pie delcastaño...» Para mayor claridad añade:
«entre el5hospital de la Misericordia...» allí está la Misericordia( Señala un punto cercano y bajo. ) «y San Pedro...»aquél es San Pedro. ( Lo señala. ) Tampoco puede haberduda en la fecha. La carta dice: «mañana.» La escribióanoche. Luego mañana es hoy... Bien claro está:10aquí dará contestación a la carta que puse en su benditamano... Aquí, antes de la procesión... Y vendrá condon Rafael... Un murmullo interior me dice que estápróxima la ocasión culminante de mi existencia...María... No, no es loca jactancia creer que corresponde al15amor mío. Esto se conoce, esto se ve, se siente, se respira...Y ahora... ( Gran confusión. ) aquí... al dar a mi cartarespuesta verbal, me dirá... ( Mayor confusión. ) Yo mevuelvo loco... ¿qué es esto? ¿Qué universo nuevo, connueva luz,
se
descubre
ante
mí?
( Óyense
toques
de
campana, 20 lejanos. ) Ya están en misa mayor. ( Corre a laderecha. ) Ya vienen. ( Vuelve al centro. ) No me dice sidebo hacerme el encontradizo o si... ¿Lo dirá la carta?...Ya no hay tiempo. ( Mirando. ) Ya se acercan... Esperaré...y ella misma me indicará... ( Se oculta entre 25 los arbustos de la izquierda. Entran María y don Rafaelpor la derecha. )
ESCENA II
LEÓN, MARÍA, DON RAFAEL.
MARÍA. ( En la portalada dándole la mano. ) Un pasitomás y ya estamos. ¡Ay! no sé cómo pedirle que meperdone la molestia de esta caminata. ( Ve a León y con 30 un signo le manda esperar. ) DON RAFAEL. Por ser usted quien es, Mariquita, ypor la fe que en su soberana virtud tiene este Cura, voycon usted al fin del mundo... Ea, ¿está contentade mí?35
MARÍA. Contenta y agradecida lo que no puedeimaginarse. ( Le conduce al banco. )
DON RAFAEL. Bueno... Pues recapitulemos. Usted,al
manifestarme la grave resolución de no seguir a suspadres a Madrid...40
MARÍA.
( Interrumpiéndole. )
Resolución
fundadaprincipalmente...
DON RAFAEL. Déjeme concluir... Para fundamentarsu
propósito de resistencia... alegaba usted, entre otrasrazones, un sentimiento que...45
MARÍA. ( Vivamente. ) Sentimiento que usted conocíaya...
LEÓN. ( Aparte. ) ¡Oh, divina mujer!
DON RAFAEL. Lo conocía, y aconsejé a usted... Enfin, admitamos el hecho con toda su fuerza. Ayer dije50a usted que para dar su verdadero valor a ese sentimiento,es menester conocerlo de un modo indudable en su re...
MARÍA. ( Impaciente, con gran viveza. ) Claro, en unoy otro.
DON RAFAEL. ( La manda callar y sigue. )...ciprocidad,55en su reciprocidad. Total: que tengo que oír alos dos.
MARÍA. Justo.
DON RAFAEL. Pues ya estamos aquí. ( Contando. )Usted, uno; yo, dos. ¿Y el tercero?60
MARÍA. ¡Si está aquí!
LEÓN. ( Avanzando, por indicación de María. Sedescubre. ) Aquí, don Rafael, con toda la verdad quellevo en mi alma.
DON RAFAEL. Pues vea yo esas conciencias... la de65usted, que la de Mariucha ya me la sé de memoria.
LEÓN. ( Señalando el árbol gigante. ) Y que no es éstemal confesonario, ¿verdad, don Rafael?
DON RAFAEL. ¡Mucho!... Árbol secular, ¡cuántasdeclaraciones de enamorados, cuántos lamentos de70tristes, cuántos planes de ilusos y soñadores habrás oído!Oigamos ahora tú y yo, y Dios con nosotros, la historia