Elliette Ramírez
POEMARIO
ConSentido
San José, Costa Rica
2011
1
2
Elliette Ramírez
Nació un día en el festejo de la claridad de Santa Bárbara Bendita y para otros de Shangó, a mediados del siglo pasado.
( 4 de diciembre de 1939) 3
Arte Poético
Nacer
de fragmentos interminables Enfrascar la conciencia en un latido.
Caminar capturada
en el discurso del tiempo llorar o reír no importa.
Si acumulo en el espejo las gemas del momento.
La expresión infinita.
La tenacidad.
La magia
al reinventarme.
Dueña de mí
en audacias de sol y luna fuego
viento
y mar.
Amando la formación del universo.
Las diversas estaciones de la vida y el amor.
Con mi canto
humanamente de arcilla.
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1
La casa está
cómo tú la dejaste
un sol tibio retenido en la estancia, aunque el frío es más frío.
No es tu casa, pero fue tu casa el hogar que te brindó un refugio.
La mesa está servida:
y están el vino, el agua,el asado y los humeantes vegetales compartidos al calor con todos los amigos.
Cómo duelen las mentiras.
Una noche cualquiera
se quebraron palabras y silencios.
Ni caricias ni afectos, nada fue cierto.
La cena está fría.
El lecho desierto.
El ruido del fuego,
en la chimenea,
crece violento.
2
Cuando el silencio
se parece al miedo
y tu voz
ahora no susurra al oído esa frase
5
con acordes azules,
te miro.
Me asusta
el mirarme abrazada
a tu plácida sombra
tan vivida e incierta
como si el Veronés
trasladará a su Adonis
por las barreras del tiempo y en frutal abandono
te dejara dormido
reclinado en mi lecho
reclinado en mi pecho.
Y vivirás en mí
mientras yo, te sumerja en mi nostalgia
mordisqueando
los duraznos
maduros de la tarde
y con la arcilla
creciéndome en las manos.
Nostalgia
3
Tienes para mí
sujeto al universo
el beso.
la caricia
la palabra exacta
y el instante
preciso
del orgasmo.
6
4
Agotas mi arrebato
excitas el fragor
de una nueva faena.
Y bajas
hacia la sombra
densa de mi noche.
Y trenzas plenitudes
que crepitan fogosas
su alegría
y el inconfundible tic
de una copa
de vino derramada.
Simetría
5
¡Tantas veces he muerto bajo tu sombra
dejada en la memoria!
Caigo y me levanto alucinada para volver a caer sin redención.
La lumbre azul.
La viviente llama
cálida y fiera
fragmenta el silencio
que se achica y crece
y crece hasta zaherirme en el lugar preciso:
¡donde tú no existes,
7
donde siempre lates!
6
Esa geometría
que circunda
el vértice azul
de mi preludio de invierno con el solo rumor
de tus pasos.
7
Extraño
el sumergido estar
de tu origen
en mi origen,
el bullicio de tu risa
las caricias descalzas
la avidez del plenilunio cuando tiembla el fuego en la barroca
contraluz
de la vigilia.
8
Quisiera
recordar cómo eres
y contemplar la luna
transpirando el mismo aire de la noche
y buscar luciérnagas
8
brillantes
con grillos cantándole
a una estrella.
Quisiera
recordar cómo eres.
Quisiera
capturar la forma
que se perdió
en la ruta de tu ausencia.
Quisiera recordarte
tal cómo eres
para dejar de amarte.
9
Elevo mi copa
desnuda de martirios
en un brindis
conjurado y amargo
sobre un largo
vientre de ríos
que estrujan mi alma.
¡Cuánto tiempo tuve que pasar para encontrarme de frente con mi destino
dolorosamente maltratado!
¡Cuántas horas
persistiendo en remendar una añoranza!
Buscando rescatar una elegía 9
¡que no me dé la espalda!.
10
Mistificada
desunión
¡me aniquilas!
más valiera enterrar
lo que se muere
y no cabalgar y cabalgar sin ruta
ni sentido
hacia el último aliento desvestido del adiós.
11
Confieso Amor:
He sido infiel.
Amé en otro hombre todos los espacios de tu cuerpo
disfruté del placer,
en el goce de otro sexo.
pero eras tú, amor, quien me tenía eras tú a quien poseía.
Debo decirte que fue
una noche esplendente
y también
que musité tu nombre
y que te amé
como ayer
en los brazos
10
de otro amor.
Del Poemario "Nostalgia" 1995-
12
De Simetría del Silencio 1998
En la atmósfera inerte
de estas noches,
laten
emociones nuevas
e inconscientes.
Aprendo
a amarte cada día
en osadas batallas
y prudencias.
Y oigo tu voz
siempre nueva para mí.
Tus pasos
son memorias vigilantes.
Rondando la espera
¡hasta que vuelvas!.
13
Un sensual
atavismo
nos abriga.
Y vas
calando mis entrañas
11
como el viento
las montañas y
los riscos.
Afuera
los fantasmas,
el viento,
la ventisca,
la hoja que se agita
¡nos celebran!
14
Como un loba
mis signos vigilan
el invierno.
Ansiedad secreta
de hembra
me agrede
me persigue
me subyuga
me escarba
me alcanza,
citándome
tus formas.
Y te busco
y te encuentro.
Te logro:
15
¡Cómo no amarlo!
en este calendario del estío que sujeta toda su presencia, 12
si me deja
tranquila y poseída.
¡Cómo un sol
de media tarde
en el estanque!.
16
Volarán la torcaza
y la alondra,
acumularé mi polen
como las flores de mayo para cuando regreses
a mi heredad de sol,
de lluvia,
a esa fontana
de estrellas abiertas,
donde tu canto
y mi canto quedan
-sin pronunciar el adiós-
(¡para que no escape el amor!).
17
Somos tiempo
intuitivo destiempo,
donde nuestro amor
esplende.
18
¿Por qué astillé el aire y profané sus oquedades?
13
¿Por qué rompí los espejos?
(¿Para no escuchar su perdón?)
¡Oh tránsito violado
de sueños y esperanzas!
Por qué subsiste esta llaga y cabalga sin razón
los laberintos?
¿Hasta cuándo serán crueles los insomnios
enclaustrando esta rara conciencia?
Sí abrí la puerta,
si le obligué a que se fuera y otras tantas veces
le retomé impúdico en mis arterias.
Y en mi desvarío,
se tornaron mis afanes en poesía.
¡Oh secreta voz!
¡Oh invisible criatura!
En el inicio y la reacción el amor y el dolor
visten,
el vertical desamor
que nos obliga,
Quita la alianza carcelaria.
Destruye la visión del cuadro impreciso.
Déjame estirar mi cuerpo sin extrañar su loca inquietud, agitándome
14
como una espiral fragmentada.
Déjame volar mirando al cielo y desvelar mi nostalgia en celo.
Déjame ahuecar la danza y en su fantasía crujir mixtificando el fuego.
Déjame el valor
de no...regresar
cuando se muere el amor.
19
¿Que devoción silvestre nos impulsa a bebernos
la majestad del sol
e incendiar las bromelias a las cinco de la tarde?
¿Cuál palabra
desnuda los narcisos?
¿y en cuál ceremonia
inadvertida
se gesta el anhelo
del próximo encuentro?
20
Grito que no tengo
para sublevar tu ausencia.
Miedo de ser
simplemente sola
15
en el umbral iluminado
con el susurro ardiendo dentro,
muy dentro
profundamente
dentro
21
Merodeo la iluminada oscuridad donde manan las palabras gastando los relojes
como un pez que juega
poemas sin murallas.
Donde crecen las orquídeas y hacen surcos tus manos al acariciar mis cabellos.
Y una roja ternura
viene danzando airosa.
22
Crepuscular
la tarde ilumina
la verde hilera de agapantos guardando lunas
en mi falda al viento.
Traslación azul
encuentro y desencuentro.
Buscaste caracolas
en los riscos
para llevarme el eco de las olas 16
donde tiembla el amor del agua y la guirnalda
entreabre
puertas a la luna
ahuecando
la rítmica huella
de tu sexo,
El eco quiebra la simetría del silencio.
23
De la muerte y otros enigmas Y la muerte
se acurruca
y murmura:
Soy dueña del dolor.
Soy metáfora del lirio
y también de la espina
donde pierde la rosa
su inocencia.
Atado llevo el mundo
a mi eterna venganza,
Tejo escombros y descansos.
Hasta que Dios me indulte cualquier mediodía
de soles verticales
cualquier medianoche
sin luna ni abrigo
en esta tierra
de nadie y de todos,
de tantos sentimientos
17
explotados
y tantos cuerpos ignorados.
Donde no existen la miel ni los trigales.
Solo la tormenta que azota mis guaridas,
maldiciéndome.
Daga premonitoria
clava los silencios.
Resisto el adiós.
Él habla de Dios
y de la muerte,
la siente atisbando.
Yo no quiero ni tengo
nada que darle,
ni café
ni un paraguas.
Pero ella ronda
e insiste.
Yo solo tengo
una liana roja
con borde amarillo
y una cruz para atarla-
Y él, míralo,
exultándola
en este estar y esperar, concibe el término del sueño y atisba
las disparatadas luciérnagas desadormecer
el punto culminante de su tema 18
siempre en duermevela
esperando el término del sueño.
Yo.
En desventaja.
Acosada.
En pie de guerra
blandiendo mis poemas.
Haciendo y deshaciendo
retablos de sueños
fragmentados.
¿Dónde dejaste
mis espiadas vivencias?
¿Acaso subastaste el ámbar de mi luna?
Para columpiar
la cíclica turbación de la memoria.
¿Porque en ese instante se establecen y flamean en mí,
gritos nocturnos?
cuando se tumba el día directo, sin preguntas
¡como un Dios encadenado y sin respuesta!
Mírame:
de píe ante ti, Señor.
Desnuda el alma
te entrego mi dolor atormentado.
Porque en este esperar
cercado de misterios
bajo el luminoso amatista, la tarde enciende
nardos y jazmines
enfrentándonos.
Ata los latidos a un sol fugitivo desde siempre.
19
Miro el azul
cada vez, menos azul.
Sincero el amor y la palabra.
Porque todo y nada
es para siempre
y en la bruma otoñal,
mi estrella
una lágrima suspende.
¿Dónde sueñan sin dormirse tantas lejanías?
¿En que lúbrico margen
bosteza el alba
y trémulas alas fulguran en los pétalos del nardo?
Siento su amor estremecido.
Su cuerpo curvado se afana.
se desboca
enamorándome
hasta el ultimo sentido.
Y su beso
se adueña de mi piel
como enunciada elegía
con olor a vino tinto.
¿Para que entrar
en laberintos de preguntas?.
El laberinto no existe.
¡El laberinto es uno,
somos nosotros!.
Y ella,
la muerte
llegará
a amasijar la porfía,
en esta soledad abierta 20
hacia un Cristo
arqueado
en la expresión sublime de su tránsito.
Que sea tu voluntad
y no la nuestra
¡Padre Nuestro
que estás en los cielos!
24 Hoguera Infinita 2006 y 2008
Editorial Costa Rica
Basta mirarnos
para temblar
y gemir
lúdico y sabio
el manglar de mi cuerpo rastrea
el bracero creciente
de tu sabia
llevándome a soñar canciones para acariciar tu piel.
25
Sobrevivo
al ritual de los conjuros Estallo
en hogueras transparentes en la insolente urgencia 21
de tu tacto.
26
Viértete amor
no más así
sin dejar
de mecerte
en mis latidos.
27
El beso en ti
es la más pura
de las formas
alza en nosotros
todas las banderas.
Erige torres
derrumba muros
congrega todas
nuestras fuerzas
y juntos celebramos
la victoria.
28
La promesa
igual que un río
sin cauce
me recorre.
29
¿Somos
acaso
22
veladores
del fuego
crepitante?
¿Arderá
el trozo de la vida
que gozamos
en la roja
insensatez
de lo prohibido?
30
Me vuelves exacta
me ratificas
en la redondez del amor inevitablemente encadenados 31
Te entrabas en la noche de mi caracola abierta
brindis íntimo
mareas encontradas
y sobre tu piel
mi caracola abierta.
32
Mis pies fríos
reconstruyen sinuosos
la memoria de los tuyos.
Por qué tan oculto dejaste tu calor en las frazadas.
33
23
Vaciar baúles
trastiendas
cubrir la llaga
con un golpe de alas
y relámpagos
quedar llena de ti
reinventándome
sin poder llegar
hasta el olvido.
34
Tal vez puente
tal vez planta
tal vez
palpable o transparente muro cercado de presencias
ahora que no existes.
35
En guardia
empuño
la desolación desnuda.
Sacudiré a la muerte
si es preciso
con este vendaval
de estrellas que me diste.
Recuerda Dios
Tú
no has borrado
de la tierra los milagros.
24
36
Tiene la piel
curtida por mil soles.
Sus manos trasmutan
éxtasis sedientos
desde la punta fulgente del cincel.
Creo y sueño
el misterio de la esfinge que me habla
desde el primer día
de la creación del mundo.
37
La soledad transpira
la esencia radical del hombre.
estelas grisáceas
bajo la luz amarillenta propician el mítico encuentro y se erizan los poros
sudorosos al instante.
¿Cómo harían mis antepasados?
¿Que asombro los obligó a inventar dioses
ritos
y dejar sus vestigios en el tiempo?
Reverente invoco el códice sagrado.
Interpelo el
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Feb 2024
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